José D. Sequera | LA PRENSA de Lara.- «Un susto de muerte» fue el que se llevó ayer al mediodía Eduardo Carlos Báez, de 32 años, después que el Renault Kangoo blanco que manejaba, terminó volteado después que un Chevrolet Cavalier, que iba a supuesto exceso de velocidad, le impactara en la calle 37 con carrera 28.
«No sé como pude salir del carro, porque el carro dio varias vueltas, hasta que quedó totalmente volteado», dijo Báez con nerviosismo, unos 15 minutos después de ocurrido el accidente.
Según él mismo contó, había estado en la mañana en casa de su jefe, en el Centro Metropolitano Javier (CMJ) de la avenida Libertador y se disponía a ir a su casa en el centro de Barquisimeto, razón por la que decidió tomar la calle 37.
Cuando era aproximadamente la 1:00 de la tarde, Báez estaba atravesando la intersección de la calle 37 con la carrera 28, y desde la carrera pasó, en supuesto exceso de velocidad, un Chevrolet Cavalier color morado manejado por una dama.
A ella no le dio chance de frenar, así que con el parachoques de su carro, le impactó con fuerza en la rueda izquierda trasera, reventándolo y haciendo que el vehículo de Báez diera unas tres vueltas hasta que quedó boca abajo.
Los vecinos de la zona, al escuchar el estruendo, salieron de sus casas y auxiliaron a Báez para sacarlo del Kangoo, quien afortunadamente resultó ileso. «Eso fue un sonido muy feo, como sabemos que esa es una esquina caliente, salimos para ver qué sucedía», precisó una vecina de la zona.
En cambio, al Cavalier solamente se le desprendió una parte del parachoques. La conductora de este vehículo siempre se mostró nerviosa después del accidente, pues algunos testigos le reclamaron la culpabilidad que tenía del hecho vial.
Hasta el sitio llegó una comisión de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) quienes se encargaron de hacer el levantamiento de los vehículos involucrados para remolcarlos hasta la sede del cuerpo de seguridad.
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