Gabriel Grisanti | LA PRENSA.- En el submundo carcelario, las traiciones sentimentales de las mujeres hacia sus “machos” son “culebras” que se matan con la muerte, o simplemente dejándolas rapadas, una forma de humillación y de darles a entender a otras mujeres que si montan cachos, correrían la misma suerte.
Entre las múltiples presunciones que se han hecho en torno al macabro asesinato de Mirlybeth Anaís Reverol Tovar, de 20 años, a quienes le conocían como la “Niña” ocurrido el pasado 30 de diciembre, figura esta debido a que en la escena del crimen habían restos de su cabello cortado.
<Se la cobraron
A través de las redes sociales, se difundió un video hecho dentro del Centro Penitenciario “Sargento Primero David Viloria” (antigua Uribana) de una mujer a quien un grupo de privados de libertad le estaba pasando una máquina de afeitar en contra de su voluntad.
Este hecho, ocurrido en agosto de 2013, ventiló que ni siquiera las parejas de los delincuentes se salvan de un castigo así. En esa ocasión, la chica pedía que la dejaran quieta; sin embargo, quienes le estaban pasando la hojilla se sintieron satisfechos de dejarla pelona. Para evitar que se zafara, la mantuvieron agarrada por ambos brazos. Aún la División de Investigaciones contra Homicidios del Cicpc anda tras la pista del cráneo de Mirlybeth Anaís y demás elementos para esclarecer el crimen.
Foto: Ángel Gallardo