Anaís Mendoza | LA PRENSA.- El vil asesinato Mirlybeth Anaís Reverol Tovar de 20 años conocida como la “Niña”, conmocionó a la población larense. Además de ser violada y picada, los matones cortaron su cabeza y a un año del crimen, que se cumplió ayer, todavía no ha sido hallada.
Fue el 30 de diciembre de 2016, a las 11:00 de la noche cuando cuatro tipos se metieron en el rancho de la joven en el sector Renacer Crepuscular, en la avenida Florencio Jiménez. Después de violarla la asesinaron y en el medio de la sala de la humilde vivienda dejaron el cadáver.
Una herida desde la base del cuello hasta la zona genital, permitía que sus vísceras quedaran expuestas. Tenía cortadas a la altura de las caderas, en las muñecas y en los tobillos, pero esto no fue lo peor, los verdugos con un machete le cortaron la cabeza, cuando al parecer, aún estaba viva.
Esa trágica noche, Mirlybeth se encontraba en su casa. La acompañaba su hijo de dos años y su hermana de 14 años.
Cuatro hombres llegaron a bordo de un Orinoco Blanco, un hombre de apellido Polanco era el conductor.
Antonio Guaricuco Cuicas alias el “Cesita”, fue quien comandó el grupo de asesinos desalmados integrado por un menor de 16 años conocido como Cara ‘e Laja, y Ordarvis Eduardo Castillo Álvarez, apodado “Davi”.
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“Cesita” cargaba un machete. Los tipos buscaban algo en el rancho, pero Mirlybeth no daba respuesta, así que “Cesita” comenzó a abusar sexualmente de ella, los otros maleantes, le hacían lo mismo a su hermana, mientras que el bebé presenciaba todo.
Los hampones corrieron a la menor. Ella cargó a su sobrino y corrió por todas las calles pidiendo ayuda. “Cesita” comenzó a preguntarle a la “Niña” por el paradero de una droga. Pero ella no daba respuesta alguna. Así que Guaricuco, tomó el machete y comenzó a picarla aun cuando suspuestamente estaba viva, y como él estaba bajo el efecto de alguna sustancia narcótica le cortó la cabeza. El tipo dejó el cuerpo en la sala, y en el porche tiró el machete, salió a la calle con la cabeza en sus manos, mientras que los mechones de pelos quedaban regados por el piso.
El “Davi” y “Cara ‘e Laja” lo acompañaron, se pudo conocer que caminaron hasta el borde de una quebrada, y presuntamente en ese sector arrojaron la cabeza. A la mañana siguiente Mirla Tovar, madre de la joven, llegó a la casa de su hija, y se encontró con el cadáver mutilado. “Solo sé que le cortaron la cabeza”, repetía en estado de shock.
Tras las investigaciones policiales se pudo conocer que Mirlybeth y “Cesita” se conocían; y es que el esposo de la “Niña‘”, Rafael Alberto Peña Torrealba (26), alias “Fucho”, según la policía, era parte del grupo delictivo liderado por Guaricuco.
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Supuestamente “Fucho” traicionó a “Cesita” y al parecer se había quedado con una cantidad de droga, y éste en venganza lo asesinó de varios disparos, el 30 de septiembre de 2016, en la invasión Villa de Jesús, en el kilómetro 13 de la vía Quíbor. A pocos metros de donde le construyó la casa a Mirlybeth.
Aunque el “Cesita” se vengó de su exaliado, quiso recuperar su mercancía, es por eso que fue al rancho de la “Niña”, y al no encontrar la droga, pensó que ella se la ocultaba y la mató.
Aunque la cabeza nunca fue encontrada, el 18 de febrero apareció el resto de una dentadura. Un grupo de vecinos la hallaron en una quebrada ubicada entre el barrio Asoprado que conecta con el sector Renacer Crepuscular, muy cerca de donde la asesinaron a Mirlybeth. Conocidos dijeron que era de la “Niña”, ya que ella tenía sus dientes perfectos.
Los “petejotas” trasladaron la dentadura a Caracas, y meses después se certificó, a través de los estudios forenses que eran restos dentales de Mirlybeth.