Anaís Mendoza | LA PRENSA.- En el cuarto pequeño donde la familia Colmenares duerme hay dos camas: una matrimonial y una individual. En una de las paredes está la nevera y cocina con una bombona de gas. Encima de un estante de madera se encuentra un televisor.
Félix Rivero (22), su esposa Yeniret Moreno (23) y sus dos hijas de 5 y dos años viven en este espacio de 3 metros de ancho por 3 de largo en Colinas de San Lorenzo. Ellos no decidieron pasar sus días así en casa de la mamá del muchacho. Los cuatro están arrimados allí porque el 22 de marzo de 2015 un presunto malandro les quemó el rancho donde vivían en el barrio Enmanuel de Jacinto Lara.
Días antes del conflicto, el “Jesús” acudió hasta la casa de Félix a quitarle prestado 700 bolos y él accedió. La noche del día 22, Félix buscó al “Jesús” para cobrarle el préstamo, pero el tipo se “engoriló” y tuvieron un cruce de palabras que terminó en una golpiza.
Tras la pelea el “Jesús” se quedó picado, así que fue al rancho, roció gasolina y lo incendió. Desde esa noche comenzó el suplicio de la familia Rivero Moreno, pues por un mes vivieron arrimados en la casa de una familiar en el barrio Los Sin Techos.
Luego decidieron irse de allí porque vivían “apretadísimos” y andaban del “timbo al tambo”, hasta que la madre de Jesús tendió la mano y les habilitó el cuarto y su situación no ha cambiado mucho porque Yeniret está sin empleo y Félix trabaja como plomero, pero los ingresos no alcanzan para reconstruir la casa y menos para comprar otra.
“Sólo tenemos para la comida. La plata no nos alcanza para más”, dijo muy preocupada Yeniret, quien aprovechó la visita del equipo periodístico de La Prensa para hacer una petición a Corpolara a que le construyan una casa digna.
Yeniret informó que ya comenzó la gestión para su casa y quiere que se la construyan donde se la quemaron, aunque en Corpolara le dijeron que el terreno no es apto para la edificación. “Me dijeron que el terreno está en una zona de riesgo”. Ella confiesa que han ido a Inavi, pero los rebotan y ya se encuentran desesperados.