Edy Pérez Alvarado.- Alias “Chuguaro” estaba plenamente identificado como uno de los asesinos de Gilberto Antonio Rivero Ramos (29). Tenía orden de captura por el juzgado de control quinto desde el primero de julio del año pasado, la semana pasada fue aprehendido por los hombres del Cicpc de la Zona Industrial I y lo dejaron preso por el homicidio.
“Chuguaro” se llama Jesús Eduardo Rodríguez Arambulet, otro pistolero lo acompañaba la madrugada del 20 de septiembre de 2014, cuando mataron a Gilberto en la Calle del hambre de la avenida Libertador.
El crimen
La madrugada del 20 de septiembre, Gilberto y un amigo, Ángelo Rivero tomaban y compartían tranquilos en la Calle del hambre que está en la avenida Libertador, frente a Niños Cantores de Lara.
Llegaron dos hombres, uno era “Chuguaro” en compañía de una dama muy bonita. Unos comensales que estaban en uno de los puestos de comida rápida, al verla se atrevieron a piropearla, pero a “Chuguaro” y al amigo no les gustó.
Hubo miradas feas entre los hombres que miraron a la dama y los criminales. Los comensales se dieron cuenta que el ambiente estaba tenso y decidieron irse.
Pero “Chuguaro” y el amigo quedaron picados y siguieron la rencilla con Gilberto y el amigo que no tenían nada que ver en el lío.
Cuando ellos se percataron de la molestia de los hombres se montaron en el carro y cuando iban a arrancar, los tipos los tirotearon.
Ambos fueron trasladados hasta el Hospital Antonio María Pineda, pero Gilberto falleció, mientras que el amigo quedó con heridas.
Con una piedra
José Nicolás González usó una piedra para golpear en la cabeza a su esposa María Isidora Pérez, la estranguló y la enterró en el patio de su casa.
El hombre fue presentado ante la fiscalía de guardia la tarde del viernes y lo dejaron privado de libertad.
Los hombres del Cicpc manejan que el móvil de crimen es pasional, porque José Nicolás confesó que su mujer le había sido infiel.
Los celos lo desquiciaron y lo llevaron a cometer el terrible homicidio. Se entregó de manera voluntaria, pero sus hijos en el velorio de su madre en Santa Isabel, dijeron que no lo querían volver a ver.