Anaís Mendoza | LA PRESA.- “Ya los presos no aguantan un día más en esa situación, los tratan muy mal”, eran los comentarios de los familiares de los detenidos de la comisaría de la Policía Estadal en Carorita, al norte de la Ciudad. Ayer en la mañana, más de 60 detenidos de esa comisaría se comenzaron a cortar y dieron inicio a una huelga de sangre, por la situación de hacinamiento, retardos procesales y traslados a las cárceles.
A las afueras de la comisaría, un grupo de mujeres llenas de mucha rabia y tristeza, detallaron que los mismos internos se comunicaron con ellas y les explicaron, que varios de los presos llevan más de una semana con la boca cosida.
“Los presos están desde el 28 de diciembre con la boca cosida, porque ya no aguantan la situación, en la que están dentro de las celdas”, destacó una señora. Explican que las celdas tienen capacidad para 20 internos, pero hay más de 70 presos en la actualidad, que duermen parados, y además tienen que hacer sus necesidades en el mismo lugar.“Mi esposo, hace dos años que lo sentenciaron pero como no hay cupo en la cárceles tiene que estar aquí, ellos van a morir si no los trasladan”, informó una dama.
Debido a esta situación, los funcionarios suspendieron las visitas y tampoco les permitieron el acceso de los alimentos. También aseguraron que los policías supuestamente, abusan de los internos, y según comentaron las personas los maltratan todo el día.
Candela
Ayer en la tarde, la situación empeoró explicó vía telefónica una vocera de los familiares. La dama informó que cuatro detenidos fueron trasladados al ambulatorio de Tamaca. Ellos se cortaron y por eso recibieron atención médica inmediata, algunos de los parientes de ellos se fueron al centro de salud y allí lograron verlos de lejos.
Los presos se cortaron, las piernas y los brazos para exigir el traslado. Autoridades de esa comisaría no quisieron dar detalles de la situación, tampoco confirmaron la cantidad de presos heridos.
Foto: EDUARD MARTÍNEZ