domingo, 17 noviembre 2024
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Rencillas entre bandas acabó con la vida de madre e hijos

Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- El amor de madre era tan grande que dio su vida para tratar de salvar a sus dos hijos, pero esto no le importó a los homicidas, quienes abrieron fuego contra los tres (madre e hijos). Hace cinco años, tres personas fueron asesinadas por un grupo de hampones en el sector Tierra Blanca de Sanare, municipio Andrés Eloy Blanco.

Una vieja rencilla entre bandas puso fin a la vida de la madre y dos hijos, luego que la madrugada del 8 de octubre de 2016 un grupo de delincuentes armados ingresaran a dos casas, una era donde dormía Rainer Gerardo Fernández Yépez (22), su esposa y en otro cuarto estaba su madre, Isa Margot Fernández Yépez, de 41 años.

Era la 1:00 de la madrugada, cuando un grupo de criminales tocó la puerta y de inmediato Rainer se paró de la cama, vestía unas bermudas de color beige y estaba sin franela, caminando descalzo llegó hasta la puerta y abrió, de inmediato fue sorprendido, los hampones lo sometieron y comenzaron a golpear.

Su esposa, quien estaba embarazada, trataba de ayudarlo, pero uno de los criminales exigía que la mataran, fue en ese momento en el que uno de ellos dijo, «te salvas porque estás preñada».

A Rainer lo sacaron a las fuerzas y uno de los criminales le preguntaba por su hermano Rubén Adrián Fernández, de 25 años, lo condujeron hacia un camino de tierra hasta llegar a la casa de Rubén, a ambos los sacaron al patio de la vivienda y los apuntaban con las armas.

La madre de los dos muchachos escuchó la bulla y los gritos, y decidió salir, corrió hasta la casa de su padre en donde estaban sometidos los dos jóvenes.

En un instinto de madre, la dama corrió hasta donde estaban sus hijos para protegerlos y evitar que los asesinaran, les pidió a los delincuentes que no les hicieran nada, pero tras ese acto, los criminales abrieron fuego contra los tres.

Isa Margot quedó bocabajo, presentó heridas por arma de fuego en varias partes del cuerpo, mientras que Rubén estaba de medio lado y quedó en el medio de su madre y su hermano.

Los criminales luego de cometer el triple homicidio huyeron del sitio a bordo de dos motos, que eran propiedad de las víctimas.

Conmoción

El crimen de la familia causó conmoción en el sector, pues aseguraban que Isa Margot no tenía nada que ver en el problema y que era una persona muy humilde.

«Isa siempre estuvo al pendiente de sus hijos. Siempre trató de darles lo mejor, un amor de madre es tan grande que dio su vida para irse con ellos», comentó una vecina del sector el día que ocurrió el terrible homicidio.

Sobre el crimen, poco tiempo después se supo que se trató de una vieja rencilla en contra de los hermanos, supuestamente pertenecían a una banda delictiva que se dedicaba a robar insumos agrícolas y otros objetos de valor en el sitio.

Funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc iniciaron las investigaciones para lograr identificar y ubicar a los delincuentes.

Meten lupa

El Cicpc poco a poco fue uniendo las piezas del rompecabezas para lograr dar con los responsables del triple homicidio.

Los uniformados se internaron en las montañas de Sanare y luego de dos semanas lograron identificar y ubicar a cuatro de los responsables.

En medio de las investigaciones, los detectives corroboraron que la mente maestra fue el líder de la banda apodado el «Macebo», además en el crimen estuvieron involucradas siete personas.

Para ese momento, los uniformados lograron detener a Yorvis Rafael Díaz Linares (32), apodado el «Gato», Wilmer Rafael Linares Escalona (26), Albert José Linares Linares (19) y Oswaldo José Díaz Linares (28), todos son familia.

Con la captura de los cuatro hombres lograron dar con las razones por las que asesinaron a la madre e hijos, además los funcionarios del Eje de Homicidios recuperaron dos motos que fueron usadas para trasladarse hasta el sitio donde cometieron el crimen y luego para huir.

Una venganza

Todo fue parte de una venganza. La muerte de la madre junto a sus dos hijos gira en torno al crimen de su hijo menor de 17 años.

El adolescente fue asesinado junto a un amigo el 21 de mayo de 2015. El muchacho era conocido como «Gugú» y los homicidas, supuestamente, eran de la misma banda que lidera el «Macebo».

Ese día, los dos jóvenes se fueron a la montaña, iban a cazar conejos y estando en la zona boscosa fueron interceptados por los criminales, quienes les dispararon a ambos en la cabeza, dejándolos tirados en el cerro.

Los vecinos de la zona escucharon las detonaciones, pero no se acercaron y fue al día siguiente que los familiares llegaron.

Ese día estaba Isa (madre asesinada) destrozada por la muerte de su hijo menor.

Luego que los uniformados atraparon a los cuatro implicados en el crimen de madre e hijos, lograron conocer que el triple homicidio se trató de una venganza.

CICPC ubica criminal

Ocho meses después del crimen de madre e hijos, funcionarios del Cicpc lograron ubicar a Augusto Maceo Angulo González, de 39 años. Al hombre le seguían los pasos y no fue sino hasta el 21 de junio de 2017 que lograron precisarlo.

Augusto no sólo era buscado por el crimen de Isa y sus hijos, sino que también tenía encima otro triple homicidio y que también fue perpetrado en el municipio Andrés Eloy Blanco.

El tipo tenía semanas escondido en un hotel del sector La Ceiba de Quíbor, municipio Jiménez. El hombre se dedicaba al sicariato, robo de vehículos, extorsión y venta de drogas, además lo señalaban como uno de los discípulos en Sanare del «Ever», expran de Cepella y recordado por la masacre de Chabasquén.

Se supo que Augusto era temido en el pueblo de Sanare. Cuando estaba en el municipio se quedaba en el caserío Loma Curigua, pero una vez que supo que los funcionarios estaban tras su pista, comenzó a cambiar sus zonas de visita y buscó escondites en varios lugares de Lara.

Fuentes policiales indicaron que este hombre fue uno de los cuatro encapuchados que, el 8 de octubre de 2016, mató a dos jóvenes y a su madre.

Estaban en malos pasos

Los dos jóvenes asesinados junto a su madre, presuntamente, estaban involucrados en robos y hechos delictivos en Sanare. Sin embargo, su abuelo materno trató de ayudarlos y les dio unas tierras para que trabajaran la agricultura.

El año en el que ocurrió el crimen, allegados a la familia de las víctimas contaron que los jóvenes se «estaban portando bien» y que estaban trabajando como agricultores.

«Ellos estaban trabajando para poder mantener la casa. Siempre estuvieron al pendiente de su mamá y ella pues, dio hasta su vida para protegerlos», comentó un habitante.

Sin embargo, fuentes policiales tildaron a los chamos como presuntos miembros de la banda del «Boca Negra», cuyo líder es un delincuente que se dedicaba al robo a mano armada y robo de carros, además estaba involucrado en varios homicidios a agricultores.

En 2019, el líder de la banda «Boca Negra» fue detenido por funcionarios del Cicpc en Barquisimeto luego que pretendiera estafar a través de la red social Facebook con vehículos y andaba con cédula falsa.

 

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