Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- Eran las 5:00 de la tarde y, presuntamente las reclusas del Anexo Femenino de la Comunidad Penitenciaria Fénix Lara, no habían recibido ni un plato de comida. Esta situación generó un alzamiento y hasta un colchón incendiaron en forma de protesta.
«Esas mujeres se están muriendo de hambre y cuando les llevan la comida, que es tarde, ya están piches», denunció un familiar de una de las reclusas a través de una llamada a LA PRENSA.
El familiar contó que pasadas las 6:00 de la tarde del martes las mujeres decidieron «alzarse por sus derechos» y fue cuando se generó el incendio en el colchón. Tras este hecho, presuntamente funcionarias del Ministerio de Servicios Penitenciarios ingresaron al anexo para «controlar» la situación.
«De la nada llegó una custodia y con una especie de garrote le metió corriente en la barriga a una reclusa que está embarazada», detallaron los denunciantes al Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
Carolina Girón, directora del OVP, informó que recibió varias denuncias sobre el anexo, en las que señalaban que las internas tienen más de un mes con suministro irregular de alimentos. Contó que al menos 171 mujeres permanecen recluidas en el anexo femenino.
Girón manifestó que tuvieron información que dos privadas de libertad, quienes están embarazadas y participaron en la protesta fueron separadas de la población y presuntamente serían trasladadas hasta el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), ubicado en el estado Miranda.
Un día después de la protesta, presuntamente las privadas de libertad recibieron de almuerzo sólo arroz blanco. Además uno de los reclusos que trabaja en el economato les anticipó a los privados de libertad que las porciones serían reducidas para toda la población penal por la falta de alimentos.
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