Anaís Mendoza | LA PRESA.- En las adyacencias del Hospital Central se formó una trifulca entre una pareja que se cayó a golpes tras tener un fuerte discusión.
Al parecer, la pareja estaba llevando a sus hijos a una consulta, cuando en la entrada del centro de salud comenzaron a discutir y se fueron a las manos.
El hombre, quien se conoció era su esposo, comenzó a gritarla; pero la mujer no se dejó y ella también se defendió gritándole.
La situación se subió denivel cuando ambos comenzaron a gritarse con más rabia, la pareja andada con sus hijos, y delante de los pequeños siguieron discutiendo.
En un punto de la situación, los puñetazos relucieron y junto con los empujones comenzó la tanda de golpes.
Fue tan grande la golpiza que se dieron que las personas que estaban en el hospital parecían espectadores.
El señor de contextura delgada y de aproximadamente 30 años, soltó empujones contra su esposa. Pero la dama, quien es bastante robusta, no se quedó atrás, le agarró la camisa al señor y se la rompió por completo sobre todo por la parte de atrás.
La policía
Como la pelea fue cerca de la entrada del Hospital Central, los funcionarios de la brigada hospitalaria fueron a poner control en la situación, y fueron los únicos que pudieron hacer que la pareja se separara.
El señor fue el primero que detuvieron por agredir a su esposa, se lo llevaron a un módulo de detenciones, mientras que a la dama, funcionarias se la llevaron para la emergencia para que la revisaran.
La señora tenía una herida en la cara, que le produjo el hombre. Luego del chequeo médico los policías la esposaron y se la llevaron detenida. La señora estaba llorando y pedía que no se la llevaran presa.
A las afuera de la emergencia llegó una parte de los familiares, una doña tenía a los hijos de la pareja, el niño y la niña que se tomaban de las manos lloraban pues no entendían la razón de que los policías tuvieran a su mamá en una moto y esposada.
A los segundos llegó una hermana de la detenida, quien se identificó ante los estadales como funcionaria de la Policía regional.
“Para dónde se llevan a mi hermana, déjenme hablar con ella”, decía la muchacha.
La mamá de la mujer detenida comenzó a gritar para que no se la llevaran, le explicaba a un señor que ella sabía que esa golpiza estaba a punto de pasar, pues la pareja se la pasaba peleando a cada momento, y en cualquier lugar.