Euseglimar González | LA PRENSA.- Robo frustrado terminó con una mujer asesinada, un choro abatido y dos heridos, entre esos un “petejota”, en la carrera 16 con calle 55. La joven recibió un impacto de bala.
Eran las 9:30 de la noche del jueves cuando dos hampones llegaron a un local de venta de comida rápida, que queda en plena calle. “Quieto, esto es un atraco”, fue lo que soltó uno de los criminales con pistola en mano.
Greisy Itamar Ramos Lobatón (32) era cliente y estaba junto a un amigo comiendo, pero no sólo estaban ellos, el local estaba full. Relatan que los malandros llegaron a pie y comenzaron a quitarle todas las pertenencias, celulares, llaves de carros, carteras y todos los objetos de valor.
Entre los clientes estaba un funcionario del Cicpc, adscrito a la subdelegación San Juan. Detallan que cuando los hampones dieron la espalda para huir del sitio, el “petejota” les dio la voz de alto, pero uno de los hampones, quien presuntamente portaba un revólver calibre 38, comenzó a disparar y se originó un tiroteó. El otro “compinche” huyó de la escena.
Cuentan que el hampón recibió un impacto de bala en el pecho. Detallan que todo pasó como en cámara lenta, a medida que el choro iba cayendo malherido seguía disparando y presuntamente disparó tres veces. Una de esas balas impactó a Greisy debajo de la oreja izquierda y otra bala rozó por su brazo derecho.
El choro que fue identificado como Carlos Alberto Perozo quedó muerto en el sitio. Mientras que el “petejota” recibió un disparo en el brazo izquierdo y Rolando Rodríguez (33) resultó herido en el pecho.
A Greisy se le alojó la bala debajo de la oreja, fue auxiliada y llevada hasta el Seguro de la 50 al igual que los otros dos heridos, pero la joven llegó sin signos vitales. Ayer en la mañana le practicaron la autopsia y se conoció que la bala salió del revólver que aparentemente portaba el choro que fue abatido.
Al sitio del suceso llegaron varias comisiones del Cicpc para resguardar el sitio y hacer el levantamiento del cadáver del hampón.
Los funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc colectaron como evidencias un revólver y las llaves del carro del “petejota”, que el hampón robó.
La familia de Greisy se enteró de su muerte a la medianoche. Ayer en la mañana los familiares estaban a los alrededores de la morgue.
“Grei era una gran mujer, era cristiana. Una persona intachable y responsable con su trabajo”, comenta una amiga de Greisy, aunque lleva puesto lentes de sol, se le ve cómo una lágrima recorre su mejilla.
Greisy trabajaba como diseñadora de cejas en “Solo Cejas”. Llevaba tres años trabajando allí y el 1 de enero salió de vacaciones.