Jennifer Orozco | La Prensa.- Uno por accidente y otro por homicidio. Dos hombres jóvenes murieron en La Sábila por disparos, pero familiares aclaran que eran casos aislados.
El primero fue un adolescente de 16 años. Era las 2:00 de la tarde del lunes en la Manzana X, cuando el chamito estaba con dos amiguitos más, manipulando un arma presuntamente prestada.
El chamo revisándole el gatillo, accidentalmente se disparó en la frente. Sus amigos y familiares buscaron ayuda rápidamente, pero el chamo falleció.
Unas siete horas después, alias “El Ovejo” lo acusaban otros malandros de haberse metido en una iglesia evangélica en la Manzana X a robar. Por más que el Pastor lo defendió, los choros lo agarraron y le propinaron múltiples disparos.
El pastor evangélico lo auxilió y lo llevó hasta el ambulatorio de Tamaca, donde falleció. Fue identificado como Erick Javier Sisirucá Aponte de 25 años, quien residía en la Manzana 15 de La Sábila.
Según una fuente de la zona, el chamo había “despegado sus alas” y no pertenecía a ninguna banda delictiva, pues él actuaba solo. Se hacía llamar “El Ovejo” a pesar que había un hampón anterior que utilizaba el mismo alias, pero que se piró de la zona hace mucho tiempo.
Familiares de Erick estaban ayer en la morgue de Barquisimeto, retirando el cuerpo del chamo, pero no quisieron declarar. Según un allegado el chamo era comerciante y además deja un hijo huérfano de cuatro años.
Fue por un golpe
Luego de la autopsia al cuerpo de Alberto José Linárez de 24 años, se determinó que el muchacho murió por un golpe en la cabeza.
El chamo supuestamente estaba comiendo el domingo en su casa en La Carucieña, cuando vio que unos tipos armados se pararon fuera de su casa. Él y un amigo salieron y se formó un tiroteo, pero Alberto cayó desmayado.
El amigo, pensando que había recibido un disparo lo llevó al ambulatorio de La Carucieña, pero no tenía disparos. Ayer luego de la autopsia se pudo determinar que fue el golpe que se dio al caer que lo mató.