Euseglimar González | LA PRENSA.- De un disparo en la espalda mataron a un vigilante ayer en la madrugada en una granja de Los Naranjillos, municipio Palavecino. José Lorenzo Peraza Tampoa, de 28 años, fue asesinado cuando resguardaba la granja “La Campiña”. Al parecer, unos hampones ingresaron para robar cochinos, pues la zona se ha vuelto muy “peligrosa”.
El cuerpo de José quedó bocabajo, vestía un jean claro, franela de color azul y botas de seguridad. La franela quedó teñida de sangre y se le evidenciaba que en la espalda fue el disparo. En su cabeza le quedó puesta una gorra. La escena del crimen fue dentro de la cochinera, una estructura de bloques con divisiones.
A las 6:00 de la mañana, cuando un trabajador llegó a la granja y se fue directo a la cochinera para lavar el sitio y a los animales vio a José tirado en el suelo. Cuando se percató que estaba muerto de una vez llamó a los hijos del propietario de la finca para darles la noticia. Se pudo conocer que el dueño estaba de viaje.
Aunque los malandros no se robaron los lechones, pues en la granja tienen cría de cochinos. Según un trabajador, comentó que luego de enterarse de la muerte del vigilante acudieron al sitio para inspeccionar todo y contaron a los animales y todo estaba en orden.
Poco a poco comenzaron a llegar los trabajadores a la granja y se enteraban de la muerte del vigilante, quien tenía un mes trabajando allí, según información de un trabajador.
Empleados comentaron que de José conocían poco, por los escasos días que llevaba trabajando en el lugar. Aunque decían que era responsable en su trabajo, pues llegaba a las 4:00 de la tarde y se iba a su casa a las 7:00 de la mañana cuando llegaba el otro vigilante.
La víctima no estaba en una empresa de vigilante, trabajaba como guachimán por su cuenta. Llegó a La Campiña el 27 de diciembre y comenzó a trabajar desde ese día.
El hampa tiene azotado el sector y más la zona en donde se encuentra la granja, pues está en medio del monte. Los trabajadores comentaron que ni la Policía ni los comandos rurales de la Guardia Nacional se meten a patrullar en el sector.
La zona está muy candela, en diciembre nos robaron dos veces y se llevaron 14 lechones. Los malandros están haciendo de las suyas aquí, quieren quitarnos hasta la vida”, soltó un empleado.
Funcionarios adscritos a la División contra Homicidios del Cicpc se trasladaron hasta el sector para hacer el levantamiento del cadáver y colectar las evidencias para comenzar las investigaciones. Aunque todo indica que se pudiese tratar de un robo, los “petejotas” están investigando el móvil del hecho.
Los familiares de José no llegaron a la granja. El cuerpo fue llevado hasta la morgue del Hospital Central de Barquisimeto.