Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- Robos, hurtos a grandes casas y apartamentos, homicidio, secuestro y extorsión, son los delitos con los que fue relacionada la megabanda «Los Intocables» que operaba entre Caracas, Yaracuy, Lara y Portuguesa desde el inicio del año 2000. Quienes la integraban eran hampones que andaban «bajo perfil» y hasta decían que se trataban de exfuncionarios, pues al momento de cometer los delitos no dejaban rastros.
Pero luego de una década delinquiendo, un crimen los puso a sonar a nivel nacional. En el año 2012, cinco de sus integrantes asesinaron a Ramón Maldonado, comisario y secretario general del Cicpc, en Caracas.
Era 30 de septiembre de 2012, cuando a eso de las 4:00 de la tarde ingresaron cinco hombres a bordo de un Toyota Corolla negro, a la urbanización Loira Arriba, en El Paraíso, Caracas. Los criminales irrumpieron en la vivienda del comisario y lo sometieron, al igual que a su esposa e hijos.
Cuando estaban revisando las pertenencias, los criminales se dieron cuenta de su profesión, los tipos comenzaron a discutir entre ellos y fue cuando uno de ellos le disparó en la cabeza al comisario para luego abandonar el lugar.
Tras el crimen, al sitio llegaron varias comisiones del Cicpc para iniciar con las investigaciones y dar con los responsables y así fue como los integrantes del grupo hamponil tuvieron que enconcharse en varios estados del país, pero uno a uno fueron cayendo los implicados en el asesinato.
Los tipos estudiaban a cada una de sus víctimas, así como la seguridad de las urbanizaciones y el horario en el que entraban y salían las personas, tras tener todo el plan los hampones ingresaban a la viviendas, sometían a la víctimas, las amordazaban y hacían desastres, llevándose todo lo de valor.
Según fuentes policiales, a la banda se le conocía como «Los Intocables» debido a que, presuntamente, tenían vínculos con algunos cuerpos de seguridad y con esto se sentían inatrapables, sin embargo uno a uno fueron cayendo en enfrentamientos y tras las rejas.
Un mes después de la muerte del comisario, alias el «Tarzán» fue abatido por funcionarios del Cicpc en Cabudare. Julio César Mármol Silva, apodado el «Tarzán» junto con otros tres larenses, habrían asesinado al comisario.
Para el año 2012, solo tres de los implicados en el crimen fueron ubicados por el Cicpc y murieron tras hacer frente a las comisiones. Los demás miembros de la banda comenzaron a enconcharse en varias ciudades del país y poco a poco fueron «captando» a más integrantes para comenzar sus andanzas nuevamente.
«Quinteros»
Alias el «Enano», era uno de los líderes de la banda, quienes se metían a robar las quintas y lograban cargar con objetos de alto valor. Según cuentan fuentes ligadas a las investigaciones para ese entonces, el «Enano» se enfocaba en sacar de las viviendas dólares y joyas.
Presuntamente, el «Enano» se la «tiraba» de empresario, pues siempre andaba bien vestido y «tiraba pinta». Además tenía propiedades lujosas.
El «Enano» fue detenido en 2008 y en el año 2012 presentó un registro por robo agravado. La banda comenzó a tener ramificaciones, sin embargo otros delincuentes seguían operando con el nombre del grupo hamponil.
Aunque los cuerpos de seguridad recibieron varias denuncias de robos y hurtos a viviendas no se dieron a la tarea de lograr desmantelar de raíz a la banda, debido a que los familiares de los «malandros viejos» comenzaron a delinquir y activaron las operaciones con la banda.
Los delincuentes no solo roban casas y apartamentos, comenzaron a incurrir en otros delitos como el homicidio, secuestros y extorsiones.
Criadero de hampa
La banda fue un criadero de delincuentes que llegaron a ser «pesados», como fue el caso de Ruperto Saavedra, alias el «Bachaco«, quien comenzó su carrera hamponil dentro de «Los Intocables».
En 2015, el «Bachaco» se desligó de la banda y formó su propio grupo delincuencial. Mientras que otros integrantes se retiraron y operaban por su cuenta, pero «bajo cuerda».
A finales del año 2015 los funcionarios de seguridad comenzaron a seguirle la pista, pues estaban recibiendo muchas denuncias, donde vinculaban a esta banda que operaba con más de 20 integrantes.
En caliente
Una denuncia los llevó a una persecución, que terminó en enfrentamiento. Siete hombres, todos integrantes de «Los Intocables» murieron en un careo con funcionarios del Cicpc en la avenida Ribereña con 48, el hecho ocurrió el 16 de enero de 2016.
Los tipos habían cometido un robo en una vivienda en Cabudare, municipio Palavecino y supuestamente iban al barrio Santo Domingo para dejar parte de lo robado, pero fue cuando se originó una persecución, que acabó a punta de plomos.
Rafael Alberto Fréitez (30), alias el «Rafita»; Ronny Liscano Arrieta (37), apodado el «Roro»; Gustavo Antonio Galíndez (47), el «Enano», Omar Pastor Márquez (42), apodado la «Boa»; Jean Carlos Rodríguez, apodado el «Orejón»; Edinson José Castillo (26) y Gregory Alexander Salazar (30). Al menos cinco de los siete abatidos presentaron un amplio prontuario policial.
La búsqueda de los demás integrantes de la banda continuó y uno a uno fueron cayendo entre los años 2016 al 2018. A algunos de los integrantes los asesinaron los enemigos y otros murieron en manos de los cuerpos de seguridad.
«Casiloco» era buscado por la Interpol desde 2015
A Rogel Giovanny Maldonado Puerta, de 29 años, apodado el «Casiloco», lo buscaban por ser el cuarto implicado en el crimen del comisario del Cicpc, hecho ocurrido en 2012. En 2015 la Policía Internacional (Interpol) emitió una alerta roja en su contra y no fue sino un año después que fue ubicado por los funcionarios del Cicpc y en un enfrentamiento cayó muerto.
«Casiloco» estaba a bordo de un vehículo Toyota Corolla y cuando pasaba por la avenida Venezuela con Vargas se percató de una comisión del Cicpc y de inmediato trató de huir, pero al verse acorralado abrió fuego contra la comisión y cayó muerto.
En octubre de 2016, se supo que el hombre era el cuarto implicado en el homicidio del comisario en caer. La mayoría de los «Intocables» eran del estado Lara, pero operaban en varios estados del país.
Caen 5 más
Trece días después de la muerte de «Casiloco» cayeron cinco más del combo, pero esta vez en la carretera vieja hacia Carora. El Cicpc le siguió la pista y lograron ubicar a cinco de los integrantes de la banda y que ya estaba perdiendo las piezas de dominó, pues solo ese año murieron 14 miembros.
Entre los abatidos estaban alias el «Curi«, el «Oscarito» y el «Calucho«. Para ese año la banda tuvo varias bajas, pero se negaban a desaparecer y es por eso que tenían dos «adquisiciones» nuevas, pero que tras el tiroteo con el Cicpc también murieron.
Alias el «Curi» fue por años pran de Uribana, pero al ser trasladado al penal de Tocorón se habría escapado y al estar en la calle continuó con su historial delincuencial.
Poco a poco fueron cayendo las piezas de «Los Intocables» y los cuerpos de seguridad lograron debilitarla y los índices delictivos disminuyeron un poco.
Acaban con «Los Intocables»
Uno a uno cayeron hasta casi desaparecer. La banda de «Los Intocables» se quedó si sus piezas claves y quienes eran los líderes, pues algunos murieron tras enfrentarse contra comisiones policiales, a otros los mataron sus rivales y otros cayeron presos.& ;
Uno de los últimos en caer fue Jonathan Antonio Álvarez Martínez (37) conocido como «Jhon Cachetón«, supuestamente, el hombre era uno de los miembros más viejos de la extinta banda «Los Intocables».
En el año 2018, «Jhon Cachetón» murió junto a dos hombres más y tres resultaron detenidos, tras un presunto enfrentamiento contra funcionarios del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (CONAS) Lara y la PNB, hecho ocurrido en la avenida El Placer de Cabudare, municipio Palavecino.