Euseglimar González LA PRENSA.- “Te amo mami, te amo”, fue una de las últimas frases que le dijo Néstor Daniel Rodríguez Mateo (19) a su madre antes de morir. El joven recibió una descarga de escopeta en el abdomen el miércoles y murió ayer.
Dulce Rodríguez, mamá de Néstor, con sus ojos hinchados de tanto llorar, cuenta que mientras su hijo le decía ayer en la madrugada que la amaba le agarraba su mano. A las 5:00 de la mañana murió.
Néstor se quedó a dormir el martes en casa de una amiga en el barrio 19 de Abril de Tamaca, pero al día siguiente se levantó temprano para irse a su casa en Alí Primera. El joven salió con su bolso, en donde siempre cargaba el dinero con el que trabajaba, y cuando iba por la calle unos tipos le llegaron para robarlo.
Los hampones le pidieron sus pertenencias, pero no tenía celular, los choros le pidieron el bolso y al parecer, él se resistió a que se lo quitaran. El choro agarró el arma y le disparó en el estómago, el joven cayó malherido y los tipos huyeron.
Cuenta la mamá del joven que un vecino de la zona fue quien lo auxilió y lo llevó hasta el ambulatorio de Tamaca, pero de allí lo refirieron al Hospital Central de Barquisimeto y llegó a las 7:00 de la mañana del jueves.
A Néstor lo intervinieron quirúrgicamente a las 8:00 de la mañana, dos horas después el joven salió de la operación y estuvo bajo observación médica. A los padres del muchacho le pidieron de todo en el hospital para poder operarlo.
La mamá cuenta que su hijo después de la operación no hablaba, detalla que a la 1:00 de la mañana sólo movía las manos. La mamá se fue a la sala de espera y a las 5:00 de la mañana fue de nuevo a Sala de Hombres para preguntar por él y le dieron la mala noticia.
“Todo se lo dejo en manos de Dios, es el único que tomará el control”, dijo la madre. Néstor vendía café, pan y caraotas en Alí Primera. Era el mayor de tres hermanos.