Anaís Mendoza | LA PRENSA.- Andrés Domingo Guédez llevaba un saco de caraotas, el cual le robaron junto a su moto el viernes en la mañana cuando conducía por el sector El Hato Arriba del municipio Morán, fue abordado por delincuentes que lo golpearon en la cabeza, le robaron la moto y el saco de granos que servía para el alimento de su familia, y lo mataron.
Ayer en la morgue, dos primas del agricultor de 45 años esperaban la entrega del cuerpo para darle cristiana sepultura. Explicaron que Andrés tenía como costumbre salir de su casa en El Hato y recorría casi una hora en carretera hasta llegar a Humocaro Bajo.
Andrés dejaba su moto en una estación de servicio donde cancelaba una suma de dinero para que se la cuidaran, ya que viajaba hacia Barquisimeto para llevarle la cosecha que sembraba en su finca a su hija y su esposa.
Sobre su muerte, se conoció que Andrés fue abordado por delincuentes que se escondieron dentro de una zona llena de monte a un lado de la carretera y lo golpearon muy fuerte en la cabeza. Los delincuentes eran dos chamos y delgados.
“Era un buen hombre, hacía el sacrificio de viajar para llevarle los alimentos a su esposa e hija que residían en Indio Manaure, y lo mataron de esa manera”, destacó una prima que no quiso identificarse.
Detallaron que Andrés era conocido en la bomba de Humocaro Bajo donde dejaba su dos ruedas mientras se la cuidaban, después tomaba un “rapidito” que lo llevaba a la ciudad, y visitaba a su esposa. Tenía casi 30 años sembrando y actualmente cosechaba caraotas en unas tierras en El Hato, y con ese trabajo ayudaba a su familia.
El agricultor era el último de tres hermanos. Las primas de Andrés Domingo aprovecharon para denunciar que a la gente del campo la está matando la delincuencia, ya que la Policía no patrulla.
“Son puros chamitos los que se la pasan robando a los agricultores, queremos que la Policía nos ayude”, dijo la dama en cuestión.