Anaís Mendoza | LA PRENSA.- A José Luis Rodríguez Pérez (23) no lo dejaron descansar completamente porque cuando tenía pocos minutos de haberse dormido lo mataron.
Según informó su esposa, dos tipos entraron de forma violenta a su vivienda en el callejón 5 del sector Sibucara de Río Claro y le dispararon. José estaba junto a su esposa cuando uno de los dos tipos sacó un arma de fuego y la accionó dos veces. Como todos los días José llegaba de su trabajo a las 5:00 de la tarde. El chamo era albañil y laboraba en lugares donde lo solicitaban.
Este viernes no fue la excepción. José Luis llegó a su casa luego de trabajar, comió y se fue a su cuarto para descansar. Con lágrimas en sus ojos tras el crimen, Angélica Gutiérrez esposa, explicó que a las 8:40 de la noche del viernes el hombre se acostó en la cama del cuarto de ambos.
Después de cenar Luis se fue al cuarto y se acostó conmigo. Nos quedamos dormidos, pero yo dejé la puerta de la sala abierta porque la zona es muy tranquila. De repente abrí los ojos y estaban los dos tipos parados y apuntándonos”, recordó Angélica con mucho dolor.
La mujer sólo detalla que los pistoleros se pararon frente a ellos, uno de los hampones sacó el arma de fuego y le disparó a José Luis. Los plomazos impactaron al hombre en el costado derecho y el otro en el hombro izquierdo. Angélica describe a los matones como tipos muy altos, pero estaban disfrazados. “Vestían ropa oscura y sus caras estaban tapadas, así que no logré verle las caras” dijo.Luego de cometer el crimen, el par de hampones huyeron por el patio de la casa y se perdieron entre la vegetación abundante que hay en el sitio.
“Yo comencé a gritar pidiendo auxilio. Luego, fui por un vecino para que me ayudara y dejé a José Luis herido, pero cuando llegué ya él no respiraba”, acotó la esposa. Según los familiares de la víctima, no se explican porqué lo mataron de esa forma ya que el chamo sólo se la pasaba trabajando y no se metía con nadie.
Una pariente de José Luis, indicó que a él no le gustaba beber, ni pelear con nadie. Angélica detalló que José Luis era de Humocaro, y en un viaje que ella hizo hacia esa población hace tres años lo conoció, se enamoraron, y decidieron vivir juntos en su residencia.Todo este tiempo han convivido en aquella casa rural ubicada al final de callejón, de paredes de bahareque de color verde.