Anaís Mendoza | LA PRENSA.- A la 6:40 de la mañana de ayer tocaron el portón de la vivienda de Richard David García Baptista (29) ubicada en la calle 1 de José Felix Ribas. Tomó la llave y abrió el candado, y penas haló el portón cuatro hampones lo apuntaron, de inmediato corrió hacia dentro de la vivienda, pero uno de los malandros le disparó hasta matarlo.
Richard todos los días se paraba a esa hora para abrirle el portón a su hermana, que llegaba para trabajar en la bodega que ambos atendían en un local que tiene la casa. La hermana relata que Richard tal vez pensó que era ella la que tocó, y por eso abrió con seguridad.
Pero esta vez no fue así, y es que cuatro delincuentes llegaron a la casa con la intención de robarlo. Al parecer cuando él abrió el candado y haló el portón a un lado uno de los malandros lo apuntó.
“Mi hermanó abrió el candado y lo colocó aquí encima de esta caja de basura, apenas se asomó uno de los malandros le soltó el primer disparó, él salió corriendo hasta sala, y cuando estaba abriendo la puerta le dispararon tres veces más”, contó la hermana mientras trataba de sostener el llanto.
El comerciante alcanzó a meter la llave la cual partió en la puerta de la sala, de hecho sólo pudo girar una sola vez la cerradura y por eso no pudo cerrar la puerta, que además tenía muchos rastros de sangre. Richard se desvaneció y al caer al suelo el hampón le disparó en el pecho, abdomen y la cabeza. Los cuatro malandros andaban con suéter negro y se taparon las caras, según describen los vecinos que los vieron cómo salieron de la casa.
Luego se asomaron y vieron a Richard sin vida y le avisaron a la familia que vive en el barrio 12 de octubre cerca del lugar. Fue el esposo de la hermana que lo vio muerto en sala, después llamaron a la policía.
Un guerrero
Richard vivía sólo en la casa que con mucho esfuerzo estaba construyendo con sus propias manos. Hace tres meses llegó de Panamá, y con el dinero que hizo trabajando como albañil en ese país lo invirtió en la bodega y en la casa.
“Él mismo pegó la cerámica, mi hermano era un buen hombre, todos los vecinos lo querían, él estaba construyendo la casa, tenía muchos planes, le arruinaron la vida”, comentaba con serenidad la muchacha.
La dama también acotó que el lunes en la tarde un vecino que vive detrás de la casa de Richard le advirtió que se cuidara pues cuatros malandros se metieron a robar en su casa, pero el señor con un machete los corrió, entonces la hermana le pidió que estuviera pendiente.
El mismo día por prevención, Richard clavó unas tablas en la pared de la cocina y las frisó con cemento, ya que entre los bloques, había un espacio. Richard era el menor de cinco hermanos y el único varón.