Euseglimar Gonzalez | LA PRENSA.- Primero dos malandros lo robaron, luego siguió a quienes lo despojaron de su camioneta Wagoneer color marrón y después, según una de las versiones que se conoció en la escena del crimen, el hombre dio de baja a uno de los hampones mientras el otro huyó del lugar.
Eiber Adelis Giménez Pineda (21) quedó muerto bocarriba en una calle de tierra del caserío de Retén abajo, al norte de Barquisimeto. Aparentemente, a este malandrín le quitaron la vida de una pedrada.
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Cuentan habitantes del sector que a las 7:00 de la mañana el dueño de la Wagoneer estaba en el caserío Retén Abajo, cuando Eiber y su compinche llegaron pidiéndoles las llaves del carro. Al parecer, el hombre no se negó, pero eso no evitó que los choros lograran su cometido y a los segundos huyeron por la vía principal del caserío.
Detallan los informantes que el dueño de la camioneta no se quedó quieto, sino que se les pegó atrás a los malandros hasta que minutos después pudo dar con ellos porque ambos se metieron en el solar de una vivienda.
Cuando Eiber y su secuas se bajaron de la camioneta, supuestamente, el dueño de la Wagoneer los enfrentó y de una vez golpeó a Eiber en la cabeza con una roca. Mientras eso sucedía, el otro malandro huyó por un cerro que queda justo detrás de la vivienda donde fueron interceptados.
Según versiones que aportaron vecinos, dicen que el propietario de la camioneta, luego que golpeó a Eiber se montó en su camioneta y se fue.
Curiosos contaron que todo fue muy rápido, pues cuando salieron de sus casas para ver si Eiber seguía con vida, ya todo había pasado.
Otra de las versiones que se escucharon en el lugar es que hubo unas detonaciones de armas de fuego y, supuestamente, el choro que se escapó resultó herido. Eiber vestía una chaqueta negra Adidas, unos jean azul claro, una visera plana y zapatos marrón. A lado de donde quedó muerto estaban unos lentes de lectura de color rosado y a unos 10 pasos quedó un cartucho de escopeta.
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A las 9:00 de la mañana llegaron un tío y primo de Eiber para reconocerlo. El tío se acercó hasta donde estaba tendido el cuerpo y lo tocó en el pecho para ver si estaba aún con vida, y negaba con la cabeza. Hizo un par de llamadas para dar la noticia a sus familiares.
El primo de la víctima, quien no quiso revelar su identidad, contó que no veía a Eiber desde el sábado pasado y a su juicio lo veía como un chamo tranquilo. Alegó que trabajaba vendiendo cambures en el sector Las Rosas de El Tural, donde residía con su familia.
Los vecinos llamaron de inmediato a los funcionarios de Polilara cuando se dieron cuenta que el cuerpo estaba sin vida, además para que resguardaran el sitio, pues temían que el otro hombre estuviera cerca.