Gabriel Grisanti | LA PRENSA.- Nicolás Barreto, de 48 años, manejaba su moto marca Bera modelo Cobra por el este de Barquisimeto. Cuando esperaba que el semáforo de la avenida Madrid le diera luz verde fue arrollado, y para poder capturar la persona que casi lo mata tuvo que realizar disparos y una persecución.
Nicolás se paró en el semáforo. Cuando pasó de rojo a verde, arrancó para incorporarse a la avenida Los Leones, y en ese momento, bruscamente, una mujer que iba en una camioneta Jeep Cherokee, blanca, que iba a exceso de velocidad lo embistió.
El hombre cayó al pavimento, justo donde está demarcado el paso peatonal, frente a la panadería La Orquídea, donde estaba estacionado Kendy Vargas, con su camión grúa Chevrolet modelo C-30 del año 1987 esperando que su esposa regresara de comprar panes.
Para sorpresa del gruero, Nicolás quedó entre el rayado peatonal y el caucho delantero del lado izquierdo. Por esa razón, no se atrevió a seguir a la mujer de la Jeep Cherokee, quien además de no detenerse a ver la persona que arrolló, siguió circulando, incluso con la moto Bera incrustada en la parte delantera de la camioneta.
Debido a la aceleración, la moto se despegó a la altura del establecimiento de comida Wendy’s; pese a ello, la dama seguía su trayecto por Los Leones. Otros motorizados iban tras ella indignados por el hecho de haber dejado a Nicolás estropeado en la vía. En esa persecución, se supo que una comisión de Polilara intentó frenarla.
La acción no dio resultado. La conductora ignoró la autoridad y uno de los funcionarios efectuó disparos a los cauchos delanteros. No bastó con eso. La mujer desafiando cualquier obstáculo de por medio, seguía rodando y buscando los caminos verdes. La persecución concluyó en las adyacencias del Colegio Padre Machado. Allí fue llevada detenida a la comisaría de Fundalara.