martes, 5 noviembre 2024
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La carrerita que a más de 100 taxistas les costó la vida

Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- José Reinaldo Rangel (50) llevaba más de la mitad de su vida frente a un volante. A los 19 años de edad decidió trabajar como taxista, con el pasar del tiempo sabía que este oficio se estaba tornando peligroso y trataba de hacerle carreras a las personas conocidas.

Haciendo «carreritas» fue como José logró sacar adelante a su familia y que sus hijos se graduaran en la universidad.

Ya para el año 2012 la violencia estaba desatada en el estado Lara, a diario se registraban dos homicidios; sin embargo, José no tenía miedo, siempre montaba en su carro Malibú a clientes fijos, pero cuando los días estaban «flojos» decidía montar a otras personas.

A José le gustaba trabajar en el turno de la noche. Solía salir de su casa a las 8:00 pm y se iba hasta la avenida Vargas, en donde iniciaba su labor.

Eran las 4:00 de la madrugada del 31 de diciembre de 2012 cuando unos compañeros de José observaron el carro estacionado justo en la avenida Vargas con carrera 24, al bajarse se percataron que estaba muerto. Alarmados por lo ocurrido se fueron hasta donde parqueaban, en la Vargas con 19, pues allí estaba el primo de la víctima y de inmediato le comentaron lo ocurrido.

Cuando el primo llegó a la escena no lo podía creer, José estaba muerto dentro del vehículo que aún estaba encendido al igual que las luces. El familiar de la víctima decidió apagar mientras llegaban los funcionarios del Cicpc.

Sobre cómo ocurrieron los hechos poco se dijo, pero algunas personas presumieron que el taxista se resistió al robo, conocidos lo describieron como un hombre de carácter fuerte y que por esto habría evitado que le robaran su vehículo, el cual era el medio que usaba para llevar el sustento al hogar.

José fue el taxista número 37 asesinado en 2012. Ese año en suelo larense se cometieron 1040 homicidios, según los registros de LA PRENSA.

«Los robos de taxistas y ruteros eran casi que a diario. Si el chofer no se dejaba robar corría el peligro de ser víctima fatal de la delincuencia, el transportista por años ha sido blanco del hampa«, comentó un transportista, miembro del Sindicato Automotor de Lara.

La mayoría de los crímenes de los taxistas larenses se cometieron en medio de intentos de robos, cuando los delincuentes con pistolas en manos y bajo amenazas de muerte le pedían las llaves de los vehículos o si el carro iba en marcha, a los choferes lo pasaban para el lado del copiloto y uno de los criminales manejaba hasta dejar a la víctima abandonada en una zona boscosa y ellos huían.

Desde el año 2009 hasta la fecha, en la región larense se cometieron al menos 123 homicidios en contra de los profesionales del volante, siendo los años 2011 y 2012 los más violentos, esto según los registros que a diario publicó LA PRENSA.

Dos décadas

Rafael Antonio Peña Chirinos (40) llevaba dos décadas trabajando como taxista. Sólo trabajaba con clientes fijos y que llevaba varios años conociéndolos. Conocía los riesgos de trabajar frente a un volante y para protegerse llevaba dentro de su Chevrolet Spark dorado un pote de gas pimienta.

Ocho meses antes del crimen de José sucedió uno parecido. Eran las 11:00 de la noche de aquel 19 de abril cuando Rafael recibió una llamada de un cliente, quien le indicó que lo fuera a buscar al este de Barquisimeto y así fue como él salió de su casa, ubicada en la urbanización La Mora de Cabudare, en el municipio Palavecino.

Cuando el hombre iba en el camino el cliente lo habría vuelto a llamar y le dijo que no estaba listo, pero que lo esperara. Rafael para no quedarse estacionado en una zona por el peligro latente, decidió rondar varios sectores aledaños, dos jóvenes lo detuvieron y le pidieron que les hiciera una «carrerita».

Rafael no tuvo malicia, quizás la apariencia de los jóvenes no le dio un mal pensamiento y decidió montarlos en su carro.

Apenas se montaron, los chamos sacaron un arma de fuego y sometieron al taxista, él se defendió y sacó su paralyzer (gas pimienta) y se los roció en la cara. Ambos comenzaron a sentir el ardor en sus rostros, pero uno de ellos haló el gatillo y le disparó justo en la parte izquierda del pecho a Rafael.

Rafael iba en el puesto del copiloto malherido y unos de los delincuentes manejaba el Spark, pero en la redoma de la Divina Pastora, que está en Santa Rosa, lo lanzaron y huyeron a bordo del carro.

Rafael estaba con vida, sacó fuerzas y llamó por celular a sus sobrinos, les dijo que lo habían herido. Los familiares llegaron hasta el sitio y lo trasladaron hasta el hospital de Barquisimeto.

El hombre fue ingresado con vida, aunque estaba perdiendo mucha sangre.

Los médicos trataron de salvarle la vida, pero apenas fue ingresado a la emergencia sufrió un paro cardíaco y quedó sin signos vitales, pero en ese momento los doctores lo revivieron y de inmediato lo trasladaron al quirófano; sin embargo, no logró llegar, un segundo paro acabó con su vida.

Lo atrapan

Luego que los delincuentes le dispararon a Rafael y huyeron en el vehículo, tuvieron que detenerse debajo del Distribuidor Valle Hondo de Cabudare, pues ya no aguantaban el ardor en la cara y le pidieron agua a los trabajadores de la Estación de Servicio que se ubica en la zona.

Luego de lavarse la cara, los hombres de inmediato se dispersaron para huir. Como salieron corriendo, los trabajadores se alertaron, pues vieron que el carro lo dejaron abandonado y justo en ese momento pasaba una patrulla de Polilara y le indicaron lo que ocurría.

Los uniformados lograron atrapar a 10 metros de la quebrada, que se ubica por la Estación de Servicio, a uno de los implicados en el hecho, aunque para ese momento los funcionarios no sabían.

Luego de una requisa, los policías observaron que su camisa estaba manchada de anaranjado, producto del gas pimienta que había sido rociado dentro del vehículo, por lo que decidieron detenerlo.

Se conoció que durante las experticias dentro del carro lograron incautar una concha que pertenece a un proyectil calibre 22, así como el pote del gas pimienta.

Funcionarios del Cicpc lograron capturar a varios de los implicados en los crímenes de los trabajadores del volante.

Zonas prohibidas

Para muchos de los taxistas larenses, específicamente los de Barquisimeto, la avenida Ribereña, algunos barrios ubicados en el sur y oeste de la ciudad eran territorios prohibidos para trabajar.

Las zonas no se tocaban y menos si eran en horario nocturno; sin embargo, algunos se arriesgaban, bien sea porque eran clientes fijos o porque las personas les brindaban confianza.

Así presumen que pasó con Vic Harold Giménez Díaz, quien fue asesinado en diciembre de 2016 en la avenida Ribereña, luego que regresaba de hacer su última «carrerita».

Vic tenía casi dos décadas trabajando. Su muerte generó desconcierto, pues los compañeros no podían creer lo sucedido, uno de sus amigos fue el primero en llegar y apagó el vehículo. A la víctima le habrían disparado antes de cruzar el puente Macuto y manejó malherido unos metros más, hasta chocar contra la isla donde murió.

Taxista larense fue asesinado en el estado Carabobo

Yezenia Ramos (35), quien trabajaba como taxista salió a hacer una carrerita como solía hacerlo desde hace varios años. En junio de 2021 partió desde Valle Dorado, al oeste de Barquisimeto, con un pasajero con destino a Barinas y luego irían a Caracas.

Un día después se comunicó con sus familiares y les contó que iba por Guacara, estado Carabobo, pero perdieron comunicación con ella y no fue sino hasta la noche del 16 de junio que hallaron su cuerpo en la morgue.

Tras las investigaciones sobre la muerte de la taxista, el Cicpc ubicó a una mujer, quien fue la que contactó a Yezenia para el servicio, pero le indicó que sería su hija y otro hombre los que viajarían.

Cuando estaban en Valencia, los «pasajeros» la asesinaron.

Cuatro días después de la muerte de Yezenia, en Aragua ocurrió un enfrentamiento contra la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en la que cae un hombre muerto y tras las investigaciones se dan cuenta que era uno de los pasajeros que viajaban en el carro con Yezenia. Ese día lograron huir dos hombres y una adolescente de 17 años.

Eduardo Silva (25) murió tras enfrentarse contra la PNB en la carretera nacional de Cagua. Los uniformados hicieron conexión en los casos y se percataron que Eduardo tenía que ver en el asesinato.

La víctima fue descuartizada y enterrada en una finca

Un atroz crimen fue el que cometieron contra el taxista larense, Rafael Enrique Crespo Sánchez. El cuerpo de este hombre de 55 años fue hallado enterrado y descuartizado en una finca del sector Conca de Oro de San Rafael de Onoto, estado Portuguesa, hecho ocurrido en junio de 2020.

Rafael salió con tres pasajeros y un niño desde la calle 42 con carrera 25, cerca del Terminal de Pasajeros de Barquisimeto hacia Portuguesa. Uno de los pasajeros, supuestamente, se quedaba en la redoma de Acarigua y de allí seguía con la pareja y el infante hasta San Rafael de Onoto, pero su familia no tuvo más comunicación con él.

Cinco días después y luego de una investigación de los funcionarios de la DIEP de Poliportuguesa lograron dar con el sitio en donde se encontraba el cuerpo de Rafael. Cuando los uniformados llegaron al lugar, lograron observar el hueco y allí estaba el cadáver del taxista.

Los delincuentes lo mataron a puñaladas y luego cortaron sus brazos y piernas, después cavaron la tierra y lo sepultaron.

A Rafael lo asesinaron para robarle el vehículo. Por el crimen hay seis personas investigadas, entre esas está Alejandra del Valle Jordán, de 22 años, quien presuntamente era una de las pasajeras y señuelo para cometer el robo-homicidio. La mujer habría sido quien dirigió a los funcionarios hasta la finca en donde estaba el cuerpo.

 

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