viernes, 22 noviembre 2024
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Joven se resistió a un robo y lo asesinaron

Jennifer Orozco | LA PRENSA.- Un disparo en la parte derecha de la nariz lo hi­zo caer al piso inconcien­te. Su novia trató de auxi­liarlo, pero tras ingresar­lo a una clínica murió. El joven fue asesinado por negarse al robo de su ca­mioneta en la carrera 21 entre calles 53 y 54.

Según cuentan sus fa­miliares, Wilder David Pire López de 22 años, estaba en el centro de imágenes, frente a la Clí­nica de Oído, Nariz y
Garganta del oeste. Esta­ba acompañando a su no­via, quien era la que se estaba haciendo los exá­menes médicos.

Un testigo aseguró que Wilder salió a ver la ca­mioneta y en ese mismo instante, dos hampones en una moto negra llega­ron con pistola en mano, apuntando a Wilder.“Dame la camioneta” supuestamente le dijo el choro a Wilder. Pero este le dijo “no”. Después de un breve forcejeo, el hampón le disparó en la cara al joven. La bala en­tró por la nariz del lado derecho y se alojó en el cerebro.

Una vez que el malan­dro accionó su arma de fuego y vio caer malheri­do a Wilder, se subió a la moto y su compañero la piró. En el sitio la novia de Wilder y algunos testi­gos lo cargaron una cua­dra y media hasta llegar a la sala de emergencias del Hospital Privado, pe­ro Wilder ya estaba ago­nizando.

No pudieron hacer mu­cho para salvarlo. En el lugar del suceso quedó la camioneta que no se lle­varon los choros, según sus familiares. También quedó la sangre del joven y el miedo que tenían los testigos a que los choros volvieran.

De los hampones no se tienen muchas caracte­rísticas. Cuentan que la moto era negra, parecida a una Bera, que los ham­pones eran morenos y delgados y que portaban una pistola. Aparente­mente vieron cuando Wilder entró al centro de imágenes y estaban ca­zándolo, esperando a que saliera para atracarlo.

En la zona los vecinos se quejaron de que el Servicio de Investigación Penal de la Policía del es­tado Lara (Sipel) queda a escasas cuatro cuadras del sitio y no se presentó un solo funcionario para averiguar qué había pa­sado, a pesar de que algu­nos vecinos dicen haber­
se acercado hasta el puesto policial.

Estaba de paso

Wilder no vivía en Ve­nezuela desde hace tres años. Su mamá es co­lombiana y tras obtener la nacionalidad se fue a vivir en ese país junto a
su hermano. Allí estaba trabajando. Pero había dejado a su novia en Bar­quisimeto, a quien visita­ba dos veces al año.

Pero en esta oportuni­dad, Wilder había llega­do hace tres semanas pa­ra llevarse a su novia a Colombia, con el objeti­vo de casarse. Se iban
ayer en la noche.

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