Jennifer Orozco | LA PRENSA.- Estaba bailando y no lo dejaron terminar la canción. José Gregorio Armeya Peraza, de 23 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza durante un matiné en el sector 3 de la Ruezga Norte.
Según un amigo del joven, José residía en el sector Pata ‘e Gallina de El Jebe a cuatro cuadras de La Ruezga Norte.
El sábado en la noche José se vistió bien pavito, con una camisa blanca, un pantalón caqui y zapatos marrones tipo Tom Sailor. A José lo buscaron unos amigos para llevarlo a un matiné en la vía principal de la Ruezga Norte.
José llegó, y según su amigo, saludó y de una vez comenzó a hablar con una muchacha. Eran las 10:00 de la noche cuando el joven comenzó a bailar con la dama. A los 30 minutos le llegaron dos chamos.
Testigos aseguran que los dos tipos lo agarraron, llevándoselo a menos de media cuadra y al detenerse le propinaron un disparo en la cabeza.
José cayó muerto en la acera bocarriba. La sangre comenzó a correr por la calle, mientras que los chamos del matiné se asomaban. La fiesta comenzó a disolverse.
Apagaron la música y reportaron el suceso a la comisaría de la Ruezga. A los pocos minutos una patrulla de Polilara, más la unidad del Cicpc fueron a levantar el cuerpo del joven. Los detectives aún no determinan el móvil del caso.
Algunos testigos dicen que fue por la muchacha con la que bailaba y otros, que fue por una discusión que tuvo con un desconocido al llegar a la fiesta. Dicen que no tenía enemigos en la zona y que él era tranquilo.