Anaís Mendoza | LA PRENSA.- Un joven se llevó un tremendo susto cuando se volcó en su camioneta modelo Toyota Terios, la cual conducía ayer en la mañana por intercomunal Cují Tamaca. A pesar del duro golpe el muchacho salió ileso.
Ayer, aproximadamente a las 9:30 de la mañana, Oliver Arrieche conducía por la vía sentido Barquisimeto el Cují. Cuando el joven de 21 años transitaba a la altura de las minas de Cemento, perdió el control de la camioneta.
El muchacho trató de controlar el vehículo, pero saltó la isla hacia el lado izquierdo. Dio varias vueltas hasta que impactó contra un camión, color rojo, que venía sentido Cují-Barquisimeto y el cual transportaba botellones de vidrio con agua potable.
Ambos vehículos quedaron separados a casi 10 metros uno del otro. Debido al trancazo, la Terios quedó volteada en el pavimento, parte del techo se dobló mientras que uno de los cauchos se salió de su eje y rodó hasta un lado de la carretera.
Dentro del carro estaba Oliver. Unas personas que se bajaron de sus vehículos lo ayudaron a salir de la camioneta. Enseguida lo sentaron en la vía, y al ver que Oliver podía caminar, las personas llamaron a sus familiares.
El joven estaba muy nervioso, tenía heridas en la cabeza y algunas gotas de sangre le salían de la cara. Dos mujeres y un muchacho lo acompañaban. Dentro del camión viajaba el chofer y su acompañante, quienes también resultaron ilesos. Los señores levantaron el capó del vehículo, y comenzaron a arreglarlo porque el carro no quería prender.
Media hora después del choque llegó el papá del joven. Al ver a su muchacho lo abrazó mientras que el joven rompió en llanto. “Ay, papá, papá!”, soltó el joven. Una comisión de la Policía de Tránsito llegó al lugar del choque y comenzó a controlar el tráfico que colapsó por casi una hora.
Oliver fue trasladado en la camioneta de su padre a un centro de salud luego del aparatoso choque. “Dios lo salvó, de ese golpe no sobrevive nadie”, dijo una señora que conducía por la vía.
Foto: EDUARD MARTÍNEZ