«Tantos consejos que se le dio para que se alejara de ese mundo y volvió a caer», era lo que repetían los familiares del joven Brayan Alexis Torres Rosendo, de 22 años de edad, asesinado de múltiples puñaladas en el sector 3 de La Peña, al noroeste de Barquisimeto.
A Brayan lo buscaban desde el miércoles (23 de julio) en la tarde, luego que dos mujeres alertaron a sus familiares sobre su ausencia, cuando preguntaron muy insistentes por él. Aunque era común que el muchacho no llegara a dormir a su casa, un presentimiento de sus parientes les decía que algo no estaba bien.
No fue sino hasta el viernes, a las 6:30 de la mañana, que un grupo de familiares y vecinos lograron ubicar el cuerpo de Brayan, estaba entre el monte y ramas, muy cerca de la quebrada La Peña. En medio del dolor, uno de sus familiares se acercó y le observó heridas por arma blanca en el abdomen y pecho, además presentaba un avanzado estado de descomposición.
Una tía de Brayan contó que hacía poco tiempo había llegado nuevamente al barrio, luego de durar meses en rehabilitación, pues era consumidor de drogas.
«Él estaba cambiado y me decía que él no volvería a ese mundo porque en la rehabilitación lo hicieron ver las cosas como eran y quería un mejor futuro, aunque lo venían a buscar, él no salía, pero llegó ese hombre y comenzó a endulzarlo», comentó la tía.
Brayan salió ese miércoles en la tarde con un hombre, quien supuestamente era su «amigo», pero que también fue señalado como uno de los presuntos distribuidores de sustancias estupefacientes de la zona.
Vecinos contaron que ambos se fueron a las cuevas de la quebrada, que es una zona oscura y con muchas ramas de árboles, lugar que es usado como «guarida» para consumidores. Justamente en ese lugar fue asesinado Brayan, los familiares no saben cuál fue el motivo que desencadenó el problema ni si este «amigo» lo apuñaló.
Los familiares denunciaron al «amigo» que también reside en la zona; sin embargo, el hombre está prófugo.
Luego del hallazgo, los parientes de inmediato denunciaron lo ocurrido y al sitio llegó una comisión del Eje de Homicidios del Cicpc, quienes hicieron el levantamiento del cuerpo y además recorrieron toda la zona para tratar de ubicar al responsable y también obtener testimonios.
La familia de Brayan estaba destrozada y entre su dolor pedían que el Cicpc investigara a las dos mujeres, cercanas al «amigo», pues aseguraron que ellas, supuestamente, sabían lo que le ocurrió a la víctima e hicieron lo posible para no delatarlo.
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