Luis Felipe Colmenárez | LA PRENSA DE LARA.- «Estoy indignada» soltó al borde de las lágrimas, Rosangela Pérez Peña, mientras describía el horror que vivió en la maternidad del Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto, tras presentar una preeclampsia que amenazaba su vida y la de su bebé de 23 semanas de gestación.
El drama de la mujer inició en horas de la madrugada del pasado sábado 16 de enero cuando comenzó a presentar problemas relacionados a presión arterial, ante ellos los médicos decidieron internarla en el centro de salud.& ;
Allí los galenos le expusieron que su bebé de sexo femenino no se encontraba en condiciones de sobrevivir. Por tal motivo Rosangela y su familia quedaron entre la espada y la pared al tener que decidir si salvar su vida o la de pequeña que estuvo creciendo en su vientre por casi seis meses.
La decisión no fue nada fácil, sin embargo, luego de debatirlo entre parientes, decidieron proceder y dar prioridad a Ronsangela, sin imaginar los instantes inhumanos que estaba por vivir.
Los doctores le indujeron el parto a la mujer de manera inmediata, las horas pasaban y el trato que Ronsangela reporta que recibió era cada vez peor. «Ni siquiera en el mejor hospital de Estados Unidos esa niña se te va a salvar» fueron las presuntas palabras que una doctora le hizo saber.& ;
Durante ese período la bebé continuaba moviéndose y dando patadas en el interior de su madre.
«Una enfermera preguntó si podían colocarme maduradores para sus pulmones y una doctora de nombre Francis dijo ‘no, esa no lo los necesita'» relata con indignación.
Expone que mientras ella vivía las horas más amargas de su existencia, a su familia le hacían creer que ella y su hija se encontraban en perfecto estado y sería «trasladada a piso» para llevar a término su embarazo en el centro hospitalario.
Casi 26 horas después el momento llegó. Rosangela dio a luz pasadas las 11 de la mañana del día domingo 18 de enero, allí pudo ver como su pequeña respiraba y mostraba señales de vitalidad.
«Ellos se la llevaron de una vez. Yo creía que la llevarían a una incubadora pero no fue así, un doctor dijo que había cuatro niños dentro de una y él prefería salvar a un bebé de 33 semanas antes que la mía de 23″ denuncia la dama.
En medio del dolor, la mujer comenta que sin ningún tipo de ayuda la niña logró resistir durante tres horas, hasta que finalmente su pequeño corazón dejó de latir.
Rosangela denuncia que el deceso de su hija se debe a negligencia médica y falta de atención, pues fue casi cinco horas después de haber dado a luz cuando su familia se enteró que la bebé había nacido con vida. Expone que durante ese tiempo, sus parientes pudieron haber realizado las diligencias correspondientes para encontrar una incubadora que pudiese haber dado un rayo de esperanza.
«Aquí uno sufre, aquí uno pasa trabajo, aquí no toman en cuenta nuestro dolor ni el de nuestros familiares» dijo con lamento.
Denuncia robos
Rosangela detalla que mientras ella estuvo internada, a su familia le pidieron una considerable cantidad de insumos médicos que tomados por el personal de salud.
«¿Por qué hacen eso? Ellos no saben lo que cuesta conseguirlo» manifiesta mientras detalla que cuando por un lado les solicitan nueve inyectadoras, solo una es utilizada.
«Piden y piden tantas cosas que agarran sin pedirte permiso y es para los bolsillos de ellos» continuó diciendo.