Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- Los ladrones de cables eléctricos aprovechaban la oscuridad de las calles para cometer el delito. Algunos tenían la habilidad de montarse a los postes en segundos, mientras que otros lo hacían lento, todos eran inexpertos, desconocían los riesgos y así fue como casi una decena de personas murieron en el estado Lara al recibir una descarga eléctrica.
A finales de 2015, los «Robacables» comenzaron a atacar no sólo en las comunidades, sino también empresas, centros de salud, escuelas y entes públicos. Para algunos funcionarios de seguridad el hurto del cableado eléctrico comenzó en Venezuela en 2010, pero desde hace siete años repuntó, pues los ladrones se lucraban vendiendo el cobre entre 3 y 5 dólares.
Robar cables en Venezuela es un delito generalmente nocturno, aunque también ocurre de día. Los hampones usan una piqueta eléctrica, una cizalla o un cuchillo, esto para realizar dos cortes, uno en cada extremo del alambre.
En el estado Lara alrededor de 10 hombres cuando intentaban hurtar los cables para luego sacarle el cobre y venderlos, en medio del procedimiento murieron.
En febrero de 2017 perdió la vida Yovanni Alexis Rivero Rivero, de 24 años de edad, tras recibir un choque eléctrico cuando, presuntamente, intentaba hurtar un transformador en Duaca, municipio Crespo.
Los familiares desconocían el paradero de Yovanni, pero luego de cuatro días sin saber de él les dijeron que estaba muerto.
El cuerpo del joven fue encontrado en un terreno cercano a las piscinas Mi Viejo, en Duaca. El cadáver estaba en avanzado estado de descomposición
Como resultado de las investigaciones, el Cicpc determinó que Yovanni murió producto de la descarga eléctrica que recibió, además los detectives observaron en el sitio del suceso un alicate, pinzas y piezas de un transformador instalado en el poste, por lo que corroboraron que el joven murió cuando hurtaba.
A tiros
Ya para el año 2017 eran varias las comunidades que se mantenían en zozobra por los robos de cables, más que todo de Cantv. Algunos habitantes estaban en «alerta» y hasta tomaron la justicia por sus propias manos, como ocurrió en agosto de ese año.
Isaac José López López, de 21 años de edad, estaba en el sector tres de La Apostoleña, al oeste de Barquisimeto, se unió junto a otros muchachos para, presuntamente, hurtar el cableado de la zona y luego comercializarlo.
Para ese momento se supo que el joven llegó a la manzana E a las 4:00 de la mañana acompañado por un grupo de hombres y se subió al poste, justo donde estaban los cables de Cantv. Se apoyó en unas rejas de una vivienda y comenzó a picar el cableado que estaba protegido por un plástico.
Cuando estaba terminando de picarlos, sus «amigos» se percataron de que un hombre armado se acercaba y ellos salieron corriendo, como Isaac no pudo bajarse, el hombre le disparó. El joven cayó golpeándose la cabeza y presentó una herida por descarga de escopeta en el costado derecho.
El cable picado quedó tirado en el pavimento, eran casi 20 metros.
Se quema
Hace cinco años, un hombre de aproximadamente 38 años de edad murió al recibir una descarga eléctrica cuando intentaba hurtar un transformador de 24 mil voltios. El hecho ocurrió en la carrera 18 con calle 52.
El ladrón habría ingresado a un edificio en horas de la noche y se fue hasta el «cuartico de la luz», en donde se encontraban los transformadores y allí habría ocurrido la descarga, la que le causó quemaduras en todo su cuerpo.
Los habitantes de las residencias llamaron al Servicio de Emergencias 911, debido a que el cuartico de luz se estaba incendiando. Una comisión de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) fue la primera en llegar y entraron, allí fue que se percataron de que estaba un cadáver envuelto en llamas.
Todos los vecinos se alertaron, llamaron a los habitantes para saber si la víctima residía allí, pero nadie lo reconoció.
El cuerpo quedó bocabajo, tras la descarga el tórax le estalló y tuvo exposición de los órganos, que con las llamas se carbonizaron.
Durante el año 2017 murieron alrededor de 42 personas por descargas eléctricas en Venezuela cuando intentaban hurtar cables de alta tensión, así lo informó Carlos Motta Domínguez, quien para ese entonces era ministro para la Energía Eléctrica.
Pero esas no fueron las únicas muertes en el país, año tras año las cifras fueron subiendo. Algunos familiares excusaban y aseguraban que los «robacables» lo hacían para alimentar a su familia, debido a que pasaban por una crisis económica.
Herido
En intentos de hurtos, algunos ladrones quedaron malheridos. Tal fue el caso de Alexander García cuando se quedó «pegado» en un poste de electricidad morocho cuando, supuestamente, intentó hurtar una guaya, pero una descarga eléctrica lo paralizó y quedó atascado entre el cableado.
Alexander se salvó del «corrientazo», pero sufrió quemaduras. El hecho ocurrió en la Zona Industrial II, unos trabajadores se percataron de que un hombre estaba «pegado» entre las guayas de electricidad que queda por la empresa de calzados Foot Safe. Contaron que el hombre había cortado dos cables con una piqueta y cuando se disponía a cortar el tercero, la guaya explotó y lo dejó colgado de una plataforma.
Los trabajadores que iban pasando por la zona se percataron del hombre colgado entre los cables y llamaron al 911.
A consecuencias de la descarga eléctrica, Alexander sufrió quemaduras en el brazo, en el pie izquierdo tenía heridas y sangraba. En las labores de rescate, un bombero se tuvo que subir en el poste para poder bajarlo, cuidadosamente el funcionario llegó hasta donde estaba, le dio los primeros auxilios y bajó con él por las escaleras.
Entre 2015 y 2017 fueron varios los hombres que resultaron detenidos por intentar hurtar el cableado de las comunidades de Lara. Los cuerpos de seguridad se mantuvieron desplegados ante este delito que se convirtió en mortal durante ese lapso.
Más de 30
Desde hace diez años, en el estado Lara se registraron alrededor de 36 personas muertas tras recibir descargas eléctricas, según los registros publicados por LA PRENSA. Algunas de las víctimas se encontraban trabajando, en la albañilería o realizando maniobras eléctricas.
Mientras que en otros casos ocurrieron accidentes, como los que rozaban las guayas cuando intentaban bajar mangos, aguacates o papagayos.
Se blindan con botellas
Comunidades de Barquisimeto se blindaron ante la ola de hurtos de cables que se acentuó entre 2017 y 2019. Los vecinos de diferentes sectores idearon un sistema de protección de cables de Cantv.
Actualmente existen comunidades que aún tienen sus «vidrioalerta» para evitar robos y hurtos. El sistema consiste en colgar botellas de vidrio en los cables telefónicos para impedir que estos sean hurtados, pues al mínimo intento de corte, se amontonan y no puede halarse.
En el año 2019, esta estrategia se puso de moda en sectores como Las Veritas del Norte, El Caribe, Los Pocitos, Las Cuibas, Agua Viva y La Paz, debido a que sus habitantes han permanecido meses sin este servicio producto de los constantes hurtos de cables.
«Quién vaya a picar un cable se encontrará con las botellas que estas realizan una especie de seguro, además del ruido que producen al caer, esto evita que puedan llevarse los cables», comentó una vecina de La Apostoleña.
Los vecinos de diferentes sectores comentaron que esta modalidad la realizaron para ese momento, debido a al escaso patrullaje policial.
«Hubo un tiempo en que no aguantábamos a los delincuentes, eso era a cada rato robo de cables», sostuvo una vecina de La Paz, al oeste de Barquisimeto.
Con más hurtos
Lara, Falcón y Zulia fueron los tres estados donde más repuntó el hurto de cableado eléctrico, según comentaron autoridades de seguridad.
Durante una semana, en septiembre de 2017, funcionarios de la PNB y el Cicpc incautaron cinco toneladas de cable telefónico. El primer procedimiento fue en el municipio Jiménez y detuvieron a cuatro personas.
Luego los funcionarios del Cicpc lograron dar con la captura de 11 personas por el delito de material estratégico.
Los hombres fueron detenidos en la Zona Industrial III, luego de que los uniformados pidieran al conductor de una camioneta que se detuviera, pues llevaba chatarra. Cuando hicieron la requisa lograron dar con unos sacos, dentro estaban los cables.
Los malandros luego de hurtar los cables les queman el plástico para así poder sacarle el cobre. Por un tiempo esto fue pagado a «buen precio», pero en la actualidad pocas personas lo trafican y las ventas bajaron, explicó un chatarrero. «Hay algunas personas que lo siguen comprando, pero bajo perfil porque el Cicpc está atento», dijo un chatarrero.
Hombre muere en Bolívar& ;
Un hombre murió electrocutado cuando intentaba hurtar cables de alta tensión de una de las tanquillas eléctricas de la Siderúrgica del Orinoco, zona de Matanzas del estado Bolívar.
El hecho ocurrió en julio de 2022, el cuerpo fue localizado a metros de donde ocurrió el delito.
Se presume que andaba acompañado de otros hombres, pero al ver que estaba sin signos vitales abandonaron el cuerpo.