Euseglimar González | LA PRENSA de Lara.- Casi seis meses de «tribunal en tribunal» y sin respuestas tienen los familiares de Aidysmar Figueroa, detenida el 23 de enero en las adyacencias del Comando de la Guardia Nacional Bolivariana (Zonal 12, antiguo CORE- 4). La madre de la joven de 18 años asegura que ha sido «humillada por pedir la libertad de mi hija«.
Marilín Figueroa, madre de Aidysmar, rompe en llanto cuando habla de los más de 160 días que lleva sin su hija en casa. Relató que ambas están desesperadas, pues ven que todos los detenidos por el contexto de protestas contra el Gobierno nacional ya han sido liberados y su muchacha aún sigue tras las rejas, en una celda junto a presas comunes.
A Aidysmar la detuvieron junto a cuatro personas más, entre esos menores de edad, ella no estaba protestando. Contó la mamá que su hija estaba visitando a una tía y fue a la cancha en Pueblo Nuevo, para ver un juego y fue cuando unos militares estaban buscando a unos «manifestantes» y ella por miedo salió corriendo. «No me contó que la maltrataron, pero los vecinos que estaban cuando la detuvieron vieron cómo un militar la agarró por el cabello y la arrastró para poder detenerla», soltó la madre con tristeza.
Tres días después de su detención, Aidysmar fue llevada a Tribunales y realizaron la audiencia de presentación y le imputaron siete delitos, entre esos instigación, obstaculización de vías, alteración de orden público, agavillamiento, resistencia a la autoridad y uso de adolescente para delinquir. El Foro Penal en Lara, asumió la defensa de la joven y tanto los abogados como la familia denuncian que el lapso para la preliminar ya pasó, por lo que existe un retardo procesal.
Los familiares denunciaron que su caso se encuentra en un limbo jurídico, ya que les aseguraron desde la Fiscalía que el expediente, supuestamente, se perdió. Marilín contó que ha buscado hablar con el Juez de Control 7 para buscar información sobre su hija, pero, supuestamente, la única respuesta que obtuvo fue que «él no habla con público«.
Desesperación
Aidysmar, cada vez que ve a su mamá tiene más interrogantes. «¿Qué pasa mamá, por qué sigo aquí?; ¿Por qué todos salen, menos yo?«, al recordar la desesperación de su hija Marilín llora.
«No sé qué decirle cuando me dice que la saque de allí (calabozo). Ya me he humillado en Tribunales, le exijo al juez que se toque su corazón para que me le dé la libertad a mi hija, ya no sé qué hacer», dijo en medio del llanto.