Las esperanzas de que sobreviviera Gregorio Camacho se esfumaron entre sus familiares, a pocas horas de su ingreso a la Emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda. La madrugada de ayer recibió dos heridas por arma de fuego en la cabeza y en el cuello, siendo atendido inicialmente en el Hospital Jesús María Casal Ramos de Acarigua. Estuvo divirtiéndose en una fiesta en San Rafael de Onoto, pero al estar en la calle fue sorprendido por su atacante disparándole en varias oportunidades.
«No pudo ser un robo y la mujer que lo acompañaba tampoco explicó si se trató de una pelea», dijo un pariente, de esas circunstancias extrañas, porque ni siquiera se llevaron su moto y presumen que las intenciones eran de matarlo.


La víctima, de 32 años, salió de su casa hacia una fiesta en un sector cercano. La familia se acostó a dormir temprano y a sus integrantes los despertó una llamada telefónica informándoles que estaba herido y muy grave. Corrieron hasta el lugar, pero no conocieron versiones de testigos, sólo sabían que el agresor había escapado.


Lo trasladan al Hospital Central de Barquisimeto
Desde Acarigua lo trasladaron en ambulancia hasta el Hospital central de Barquisimeto con la esperanza de practicarle una delicada intervención quirúrgica y sólo escuchaban que necesitaban alquilar algunos equipos, como el craneótomo para abrir el cráneo. Pero su condición de salud fue cada vez más grave y ni siquiera hubo oportunidad de que contara cómo sucedió este hecho, ante la mirada de varias personas.