Anaís Mendoza | La Prensa.- Como todos los domingos, iba a la iglesia cristiana “Luz del Cielo”, donde le servía a Dios como músico, era el bajista de la banda. Ismael José Soto Manzano (30) fue asesinado a machetazos por uno de los tres hampones que se metieron a robar en su vivienda, según el relato de allegados. El suceso ocurrió en el sector Miraflores I, Sanare, en el municipio Andrés Eloy Blanco.
A las 4:00 de la tarde del pasado domingo Ismael llegó a su casa. Tres ladrones estaban dentro robando. Metió la llave en la cerradura de la puerta. Cuando abrió la puerta, se percató de que los tres individuos estaban dentro de su casa robándole sus pertenencias.
Testigos vieron a Ismael correr despavorido. Los vecinos contaron a sus amigos y familiares que corrió asustado por las calles de tierra del caserío. Pero los malandros lo persiguieron, con la intención de matarlo.
Uno de ellos cargaba un machete en la mano. Cuando lo alcanzó le dio en la espalda con el borde bien afilado. Ismael cayó malherido y como pudo metió su mano izquierda para defender su cara y evitar que lo cortaran de nuevo, pero el hampón siguió cortándolo sin parar en los brazos y la cabeza hasta que lo mató. Los malandros se esfumaron de la escena, mientras se desangraba.
Una hermana de la iglesia de la víctima comentó que están confundidos y que la versión que existe es que Ismael, quien era caficultor en la zona, huyó al ver a los hampones y por eso lo mataron sin piedad.
“Pobre de Ismael, nuestro hermano en Cristo, un buen hombre. A él lo mataron porque vio a los malandros”, dijo la amiga a las afueras de la morgue.
Otro conocido de la víctima explicó que era el baterista de la banda de la iglesia de nombre “Luz Restauración”, en Sanare.“Él era músico, desde que era pequeño asistía a la iglesia, no merecía morir de esta manera”, expresó su amigo muy desconcertado.
El cuerpo estaba a dos cuadras cerca de su casa y los funcionarios de la policía científica trasladaron a las 8:00 de la mañana del lunes el cuerpo hasta la morgue del Hospital Central, todavía no había llegado la familia. Los amigos afirmaron que Ismael era casado y que tenía un hijo, desconocen si la casa
donde vivía estaba sola cuando se metieron los hampones.
“Para mí la casa estaba sola, porque Ismael salió corriendo asustado. Imagínese era cristiano no se metía con nadie”, concluyó el amigo.