José Daniel Sequera | LA PRENSA.- Dentro de un envase plástico. Así fue hallada una recién nacida de unos 7 meses de gestación en la carrera 3 entre calles 29 y 30 de la Zona Industrial I, muy cerca de la Polar. Se pudo conocer que el cuerpo fue hallado por un señor que recogía basura y desperdicios.
“El señor revisaba entre la basura buscando algo qué comer, y cuando vio el pote lo tomó, pero al darse cuenta de lo que tenía adentro llamó a un vigilante para avisarle, y éste nos notificó”, dijo un funcionario de Polilara.
El envase en el que estaba el cuerpecito era de plástico color blanco con tapa verde. Un poco más abajo del cuello del envase había una gran abertura, que estaba cerrada con cinta adhesiva.
El bebé era de sexo femenino y estaba completamente formado, pero tenía una deformidad en el cráneo. Medía aproximadamente 30 centímetros y pesaba entre un kilo o un kilo y medio.
También tenía el cordón umbilical cortado y tampoco había rastros de sangre ni en el cuerpo, ni en el envase.
En cuestión de minutos, una comisión de la Policía de Lara llegó hasta el sitio para resguardar el área. A la hora llegaron los detectives del Cicpc para hacer el levantamiento del cuerpecito y comenzar a hacer las averiguaciones correspondientes.
Como hipótesis del hecho, se maneja que el neonato fue dado a luz en un centro médico, aún cuando la madre sabía que venía con una malformación, y que después que se le entregó el cuerpo ya limpio, lo dejó en un sitio solitario para evitar el papeleo de un entierro. Se desconoce si el bebé fue abandonado vivo.
La zona del hallazgo es conocida porque siempre tiran restos de animales que son atropellados.