Ana León | LA PRENSA.- Dos niños, tres mujeres y 18 hombres que iban de pasajeros en una buseta hacia Quíbor pasaron las dos horas más angustiantes de su vida cuando fueron víctimas de un rapto por parte de dos malandros. Desde las 5:00 de la tarde hasta las 7:40 de la noche se registró la tensa situación en la carrera 4 con calle 2 del barrio San José.
El autobús salió del Terminal de Pasajeros a las 5:00 de la tarde. Cuando la unidad iba en la avenida Libertador con calle 42 dos menores de edad abordaron la buseta de manera sorpresiva, pues minutos antes habían cometido un robo a una mujer y estaban huyendo.
Cuando esto ocurrió, una patrulla de Polimunicipal precisó todo y emprendió una persecución al bus. En ese instante, el chofer de la unidad soltó el volante y saltó por la puerta dejando a la unidad sola con los choros y pasajeros.
Sucedido esto, los malandrines decidieron manejar la buseta de la línea “La Pastora”, pero en sentido contrario a los canales de la Libertador. Simultáneamente, los policías pidieron refuerzos y en segundos llegaron patrullas de Polilara, Cicpc, Brigada de Acciones Especiales (BAE), quienes se unieron a la persecución.
Al llegar al barrio San José, los delincuentes ya estaban casi rodeados. Una comisión de Polilara de Barrio Unión se le puso de frente para evitar seguir su avance, mientras que los que venían detrás le dispararon a los cauchos del bus que terminó impactando contra una pared.
Los delincuentes terminaron encerrándose dentro del autobús con los pasajeros. Llevaban con ellos un chopo y una pistola. Más de 60 funcionarios los rodearon y desde ese momento comenzaron a negociar su entrega.
Tras media hora de conversaciones, los choros se entregaron y los pasajeros salieron sanos.