María B. Jordán | LA PRENSA de Lara.- «No más traslados», gritaban madres y esposas de más de 90 privados de libertad que estaban recluidos en la comunidad penitenciaria Fénix y cárcel de David Viloria (Uribana) ubicadas al norte de Barquisimeto. Las damas protestaron porque sus parientes fueron llevados a penales de otras ciudades y esto representa un retardo procesal para el preso además de que ellas ya no pueden viajar con frecuencia a visitarlos debido a que no tienen dinero para costearse.
Igmary Gómez, esposa de un privado de libertad, relató que su pareja se encuentra recluido en la cárcel de Tocuyito en el estado Carabobo y que por la situación económica personal y del país se le hace extremamente difícil hacerle la visita cada 15 días. «No es posible que muchos presos no tengan sentencia definitiva porque no los traen a sus audiencia ante tribunales. Por estar presos en otros estados no se le cumple el derecho humano número 10 de la Declaración Universal donde se exige un juicio justo y con esos traslados no hay justicia. En los penales muchas veces no hay transporte para viajar a otros estados», denunció.
Nayibe López, directora de la Asociación Civil Las Mercedes que defiende los derechos humanos de los presos, también denunció que muchos reos de Uribana y Fénix están en estado de desnutrición crítico porque en ambos penales no los alimentan adecuadamente. «Aquí a Lara llega ayuda internacional de organizaciones. Mandan comida y algunos artículos de higiene, pero los privados de libertad siguen muriéndose de hambre o de enfermedades que no son tratadas como debe ser», expresó.
López realizó un llamado a la ministra de Cárceles, Iris Varela y a la Defensoría del Pueblo para que solucionen estos problemas. «Varela dice que en Venezuela existe el mejor sistema, pero queremos que vea la realidad porque lo que hay es demasiada violación de derechos«, enfatizó.
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