Anaís Mendoza | LA PRENSA.- Uno de los delincuentes abatidos ayer en el barrio La Paz por funcionarios del Cicpc tenía antecedentes penales y había recibido un beneficio que le permitió volver a las calles a delinquir. Luis Armando Gómez Jiménez, de 32 años, había sido condenado el 9 de julio de 2012 por robo agravado, delito por el que recibió una condena de 8 años y seis meses.
Pero apenas un año y dos meses más tarde se encontraba libre otra vez, gracias a una medida que le fue dictada a su favor por una jueza. En noviembre de 2010 lo detuvieron en la avenida Pedro León Torres entre calles 49 y 50, cuando él y dos cómplices dispararon contra una comisión de Polilara tras cometer un robo.
En el juicio admitió los hechos y recibió una sentencia que, de cumplirse, le permitiría salir en el año 2021. Pero la jueza primera de Ejecución, Rubia Castillo de Vásquez le otorgó en septiembre de 2013 el beneficio para cumplir la pena en régimen abierto.
Padre e hijo
Luis Armando resultó muerto junto a su padre, Roseliano Bautista Gómez, de 59 años, en el enfrentamiento en el que también murió un tercer delincuente, todavía por identificar. La familia tiene residencia en la calle principal del sector 6 del barrio La Paz, al oeste de la ciudad.
El Cicpc incautó a Luis Armando un arma de fuego tipo revólver, marca Smith Wesson, calibre 38 de color plata, sin seriales visibles. Mientras que a su padre le encontraron una pistola, marca Pietro Beretta, modelo PX4, calibre 9 milímetros, sin seriales. En la escena del tiroteo también se hallaron una pistola marca Astral, calibre 9 mm, solicitada por el Cicpc y una escopeta de fabricación rudimentaria.
Los tres abatidos pertenecían a la banda delictiva de “Los Valencianos”, según versiones de la Policía Judicial. Aunque La Prensa constató ayer que Roseliano era oriundo del municipio Baralt, estado Zulia, y que vivían en Barquisimeto al menos desde 2006.
Luis Armando trabajó hasta julio de este año en un establecimiento de comida por encargo llamado Delicias Gourmet, CA. Y su papá trabajó hasta 2006 en una venta de pollo en la avenida Pedro León Torres.
La banda a la que se les atribuye participación se dedica a la extorsión, secuestro, robo y hurto de vehículos, y venta y distribución de drogas. La mayoría de los integrantes de este grupo criminal llegó de Valencia, estado Carabobo, pero ya una generación de miembros se ha criado en La Paz.
Fuentes del Cicpc revelaron que esta banda también se ha aliado a la de “Los Chiveros”, que roba carros para despiezarlos y vender las partes. Ambas han establecido pactos para protegerse mutuamente y controlar todo el comercio de drogas en la parroquia Juan de Villegas.