Orozco/Sosa | LA PRENSA DE LARA.- «Sufría de los nervios y sólo Dios sabe lo que pasó», fueron las palabras de un familiar de Daimary Josefina Pereira Molleja, de 40 años, quien fue reportada como desaparecida el lunes y tras más de 48 horas, fue hallada muerta en el río Morere, en el sector Quebrada Grande, de Carora.
Pereira dejó su casa el pasado lunes 14 de septiembre a las 6:00 de la mañana y no retornó. La trabajadora de la salud fue reportada como desaparecida ese día y tanto familiares como amigos se activaron en una ardua búsqueda para dar con su paradero, esperando encontrarla sana y salva, pero el cuerpo fue localizado flotando en el río Morere, específicamente en una quebrada del sector Quebrada Grande, en las cercanías del Cementerio Municipal, vía Aregue.
Personas allegadas a ella y que estaban en labores de búsqueda fueron los que dieron con el cadáver. Después de ver el cuerpo flotando bocabajo, como pudieron tomaron una cuerda para amarrar uno de los pies de la dama para que la corriente del río no se la llevara y luego de eso, esperaron a que llegaran las autoridades para el correspondiente levantamiento del cuerpo.
Una comisión del Cicpc, junto al Eje de Homicidios Lara y el cuerpo de bomberos de Torres, recuperaron el cuerpo de Pereira, que estaba en estado de putrefacción e hinchado.
La enfermera de profesión portaba la misma ropa con la que fue reportada desaparecida, que era un blue jean y una chemise blanca, que se veían marrones por el lodo del río.
Familiares estaban destrozados con la noticia debido a sus problemas con nervios. Al parecer la mujer tenía problemas neurológicos y los últimos meses no tenía tratamiento fijo, por lo que el lunes a lo mejor pudo salir desorientada y caer en el rio.
Deja 6 hijos y trabajaba en el Ambulatorio Urbano Carora Tipo III, quien era muy apreciada por sus compañeros de trabajo.