Euseglimar González L| LA PRENSA.- Un adolescente de 16 años, apodado el “Picón”, fue abatido ayer en la mañana por funcionarios del Cicpc en Quíbor. El “Picón” andaba con un compinche en una moto, y justo en la entrada de Ojo de Agua, municipio Jiménez, fue sorprendido por una patrulla del Cicpc.
De una entrompó a la patrulla y sacó una pistola, cayéndose a tiros con los funcionarios.El Cicpc se encontraba por la zona investigando robos de fincas y vehículos, cuando venían de regreso se encontraron con dos tipos a bordo de una moto, que iban hacia Ojo de Agua.
Contaron los “petejotas” que cuando los tripulantes de las dos ruedas se percataron que era una patrulla del Cicpc, el “Picón”, quien andaba de parrillero, de una vez sacó un revólver y comenzó a dispararles. En ese momento comenzó el intercambio de disparos, el “Picón” cayó de la moto malherido, mientras que su compinche, quien era el que conducía la moto, logró escaparse.
El joven fue trasladado al ambulatorio de Quíbor, pero luego de su ingreso falleció producto de un impacto de bala. La comisión policial no especificó en qué parte del cuerpo recibió el disparo.
El “Picón” según versión policial, luego de ser revisado en el Sistema de Investigación e Información Policial (Siipol), tenía un expediente por robo de moto y robo en un CDI en Quíbor. En el sitio del hecho se incautó un arma tipo revólver, de calibre 38.
“Lleva y trae”
Vecinos de los caseríos cercanos detallaron que el menor estaba involucrado en bandas delictivas que operan en Jiménez.
Supuestamente fue detenido en varias oportunidades por la Policía, pero no duraba mucho tiempo arrestado, pues no le encontraban pruebas para encarcelarlo.
Aunque se conoció que era utilizado como el “lleva y trae” tanto para los funcionarios como para los choros de las bandas. Es decir que “cooperaba” con los funcionarios cuando le preguntaban en dónde se encontraba algún hampón.
Uno a uno iba “cantando” el “Picón” sobre quiénes eran los autores de robos de fincas, carros y motos.
Lo mismo solía hacer con los delincuentes, cuando estos les preguntaban en qué andaban los policías y si les seguían los pasos a las bandas.
Para el momento en que fue tiroteado el “Picón” ningún familiar llegó a la escena del crimen.
Los “petejotas” estuvieron alrededor de dos horas en el sitio, recolectando todas las evidencias en donde resultó abatido el adolescente.
En horas de la tarde fue trasladado hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda y en ese momento los familiares no hicieron acto de presencia.