Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- Mordió la mano que le dio de comer. Carlos de Caires, un joven panadero asesinó a sus jefes y al hijo de ellos, luego de tener un tiempo trabajando en la panadería, lugar donde la familia le brindó una economía estable para él, su esposa e hija, pero con el pasar de los meses la ambición e ira pudo más.
Tres miembros de una familia fueron asesinados a sangre fría en Los Rastrojos, de Cabudare, hecho ocurrido en octubre de 1998.
Manuel Sergio Neves, el «Portugués» era uno de los migrantes que llegó a Venezuela y se enamoró del país, por esto decidió vivir en el estado Lara junto a su esposa Elvira del Rosario Deus y sus tres hijas, entre esas Carla, la menor para ese momento.
Al poco tiempo nació Paulo Sergio Neves, el menor de la familia. La pareja decidió montar una panadería y la bautizaron como «Lusven 90», un establecimiento que era muy conocido en Los Rastrojos de Cabudare, a diario tenía cientos de clientes.
Tenían a varias personas trabajando en la panadería, pero Manuel, ya con 49 añ;os, quería a una persona que se encargara del negocio para él poder ocuparse de otras cosas, como atender a los proveedores.
Primero consiguió a un hombre, pero al poco tiempo se enteró que lo estafó, decidió denunciarlo ante la Policía y lo detuvieron.
Luego se presentó Carlos, hermano del estafador, este le contó que tenía ansias de trabajar, pues necesitaba darle de comer a su hijita y esposa. Al principio Manuel dudó por lo que le había hecho el otro hombre, pero después se dejó convencer.
«Le prometió que les iba a duplicar las ventas», fue parte de las investigaciones que tuvo la Policía Técnica Judicial (PTJ), ahora Cicpc.
Así fue como Carlos comenzó a trabajar y al poco tiempo se ganó la confianza de su jefe y toda la familia.
El «Portu», como también era conocido Manuel, lo enseñ;ó a amasar la harina para el pan, luego este se convirtió en el jefe de los horneros y así fue escalando cargos hasta convertirse en el encargado de la panadería.
Según lo publicado en medios regionales, un día Carlos le contó a Manuel que tenían que cuadrar caja juntos, pues estaba casi seguro que la cajera se estaba quedando con dinero. Al final de la tarde lo hicieron y se percataron que faltaba plata, por lo que la joven fue despedida
Carlos de Caires fue detenido por la PTJ cuatro meses después del crimen. La aprehensión fue en la carrera 16 con calle 26 de Barquisimeto.
El hombre trató de huir cuando vio a los funcionarios, pero estos acordonaron la zona y le pusieron las esposas.
Durante las investigaciones de la Policía Técnica Judicial, primero detuvieron a «Nerón», quien habría contado lo ocurrido, luego fueron por Néstor, quien hasta el momento está siendo involucrado por un crimen que no había cometido, y luego se fueron tras la captura de la esposa de Carlos.
En videos, durante entrevista con los medios de comunicación, la dama le pedía a Carlos que se entregara.
Se supo que al momento de la captura de Carlos, él negó haber matado a los tres miembros de la familia y decía que los otros hablaron bajo presión, pero luego de los interrogatorios, que no concordaban, decidió confesar.
Se supo que Carlos y «Nerón» fueron condenados a 21 añ;os, siete meses y doce días. Pero al parecer, Carlos sólo permaneció cinco añ;os detenido, luego de recibir un beneficio de régimen abierto y destacamento de trabajo. En 2017 aseguraron que estaba fuera del país.
De Carla y sus hermanas no se supo más nada.
Propietario de panadería mata a su esposa en Cabudare
A Isabel María De Cruz la mató su esposo frente a su bebé de tres meses. El homicida quiso cambiar el móvil del crimen, pero fue descubierto.
Isabel estaba casada con Adelino Dos Santos, de padres de origen portugués. En el añ;o 1988, diez añ;os antes de la muerte de la familia Neves Deus, tuvieron a su primer bebé, pero la felicidad por la llegada del nuevo integrante de la familia les duró poco, pues 3 meses después el hombre asesinó a su pareja.
Adelino apuñ;aló a su esposa y huyó de la escena con el cuchillo. El hombre sin saber qué hacer decidió trasladarse a su panadería, para pensar qué iba a hacer.
Él era dueñ;o de la panadería La Perla Negra, ubicada justamente donde funcionaba Lusven 90, para algunos vecinos de Los Rastrojos esa panadería estaba «maldita».
Adelino le habría pedido el favor a un comerciante para que fuera a buscar unas cosas a la casa y le entregó las llaves, cuando él entró a la vivienda encontró a la dama muerta dentro del cuarto.
Llamó a Adelino para in