Edy Pérez | LA PRENSA.- Oswaldo José Romero Rodríguez (52) apodado el “Elefante” y Erika María Escalona Sánchez (37) son las identidades de dos, de los tres cadáveres putrefactos, que fueron hallados la tarde del martes en un ducto ubicado en la curva “El Muertico Loco”, en la vía Buena Vista.
La mujer y el hombre fueron identificados por sus familiares la noche del martes y aseguraron que eran compadres. Erika era madrina del hijo de “Elefante”.
A la dama la reconocieron porque tiene un tatuaje en el bíceps izquierdo con su nombre, mientras que Oswaldo fue identificado por la dentadura. Todavía falta dar con la identidad de la tercera víctima que es otro hombre.
“Elefante” y Erika eran buscados por el Cicpc por su desaparición. El ocho de septiembre los familiares de Erika denunciaron que no la habían vuelto a ver en la subdelegación Barquisimeto. Mientras que los allegados de “Elefante” pusieron la denuncia por su desaparición en el Cicpc San Juan.
A la mujer la vieron por última vez en el centro de Barquisimeto, vestía camisa beige sin mangas, jeans y zapatos deportivos Reebook negros. Andaba comprando unos repuestos para reparar su camioneta Explorer, eso fue a inicios de septiembre. Mientras que al “Elefante” lo vieron por última vez en Cabudare, también a inicio de mes.
Los tres cadáveres tenían múltiples puñaladas entre el pecho y el cuello, aseguran los forenses que fueron la mañana del miércoles hasta la morguecita, en el cementerio Nuevo al oeste de Barquisimeto y les practicaron las autopsias.
Los hombres del Cicpc presumen que los asesinaron en un lugar y luego los llevaron hasta el ducto en donde fallecieron.
“Elefante” y Erika siempre se la pasaban juntos, eran los mejores amigos y se llamaban compadres. La mujer vestía y se comportaba como un caballero y sus parejas eran de su mismo sexo.
Ella residía en la calle cuatro de Las Casitas, en El Cují, al norte de Barquisimeto. Una de sus exparejas, contó que ella era dueña de unos puestos de reparación de celulares por el Cosmos.
Hace poco más de dos años Erika compraba y vendía carros, pero el negocio se le cayó y se quedó con la reparación de celulares. A ella le encantaba el comercio y era una mujer tranquila.
En la página web del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) consta que tanto Erika como su compadre, el “Elefante”, estuvieron implicados en delitos.
Erika fue a juicio por ser sospechosa de cometer el delito de distribución de drogas junto a dos mujeres más, pero el juez de juicio cuarto las liberó por no encontrar suficientes elementos de convicción en su contra. El juicio fue en 2012.
El “Elefante” tenía registro por hurto y robo agravado de vehículo del año 2010. Además lo privaron de libertad por el delito de aprovechamiento de vehículo proveniente del robo.