Euseglimar González | LA PRENSA de Lara.- Maté a la mujer con la que estaba saliendo». Así de fría fue la supuesta confesión que hizo Pablo Silvino Sánchez Sivira, minutos después de . El hombre de 52 años llegó a la casa de su madre, en la carrera 1 del barrio El Carmen, luego de apuñalar, aplastar con su camioneta Silverado dorada a la mujer de 30 años y huir de la escena del crimen.
Según logró conocer LA PRENSA, Sánchez llegó a eso de las 7:40 pm (unos 15 minutos después de dejar muerta a Frarianny) a la casa que se ubica en una esquina. A exceso de velocidad, desesperado y a bordo de su Silverado el hombre se bajó e ingresó a la vivienda para buscar varias piezas de ropa que allí tenía y en ese momento fue cuando, supuestamente, le dijo a su mamá el atroz crimen que había cometido.
A los minutos, Pablo salió de su casa con la ropa, se montó en la camioneta y se fue. Se pudo conocer que horas después, al parecer, la madre de Pablo llamó a otro de sus hijos y le contó lo que hizo el carpintero. Minutos pasaron y un hermano del victimario llegó a la vivienda de la mamá y la sacó de allí.
Pablo es de contextura gruesa, de piel clara y cabello negro corto con entradas. El es uno de los 13 hermanos de la familia, además de que posee otros vehículos trabajando como transporte publico con los cuales tiene bastante ingreso. El hombre que suele usar camisas y pantalón jean ahora es conocido como «El Diablo de la Silverado».
Sin rastros
Se presume que Pablo, luego de abandonar la casa de su madre, se fue al barrio El Tostao, al oeste de Barquisimeto. El hombre llegó a casa de unos hermanos cristianos y les contó que la camioneta estaba presentando fallas y que la dejaría allí, pero que al día siguiente la pasaría buscando con un mecánico.
Horas después del crimen, funcionarios del Cicpc llegaron hasta la vivienda de los cristianos, pues ya habían ubicado la camioneta involucrada en el femicidio. Ese fue el último rastro que tuvieron de Pablo.
Con saña
Lo que sufrió Frarianny el sábado 13 de julio quedó registrado en cámaras de seguridad de varias empresas que se ubican en la carrera 5 de la Zona Industrial. «El Diablo de la Silverado» le pasó tres veces por encima con su camioneta a la dama de 30 años.
LA PRENSA logró conocer que debido a los golpes que le causó Pablo con su camioneta, el cuerpo de la ingeniera en sistemas, graduada de la Unefa quedó totalmente destrozado. Un brazo hecho añicos, graves politraumatismos en la espalda y cuello, además de múltiples golpes en las piernas y heridas de piel con exposición de músculos, obligaron a los familiares a velarla y enterrarla con el ataúd sellado.