LA PRENSA de Lara.- 14 personas continúan detenidas en Boca de Grita, supuestamente, por pertenecer al grupo paramilitar «Los Rastrojos». Sus familiares acuden cada tarde al comando a entregar la comida para que los privados de libertad se alimenten.
Ingmary Rodríguez I La Prensa del Táchira
Jonathan José Vásquez de 24 años, es uno de los hombres que se encuentra arrestado en el Destacamento 213 de la Guardia Nacional Bolivariana en Colón.
Vásquez, se desempeña desde hace más de un año como vendedor informal de verduras en la calle principal de la comunidad.& ;
La esposa del detenido que pidió no ser identificada, comentó que su marido es acusado de ser miembro de la banda paramilitar, sin embargo, asegura que no posee relación alguna con dicho grupo.& ;
Detalla que ante la crisis económica que atraviesa el país, su marido e hijos tomaron la decisión de mudarse a La Fría, en el municipio García Hevia del estado Táchira, para trabajar y obtener dinero en divisa extranjera. «La facilidad de tener pesos nos llevó a ese lugar, así nos ayudamos, yo a veces trabajaba con él» comentó.& ;& ;
La mujer cuenta, que su esposo dormía en el puesto de verduras para ahorrarse el pasaje desde Boca de Grita hasta La Fría, y pasadas las 8 de la noche, recogía la mercancía y salía a bañarse.
El pasado sábado 15 de febrero, Vásques acudió al local de Julio Pérez para solicitar el servicio de baño. «Esa noche se armó la violencia entre los guardias y los «paracos», sin embargo los efectivos de la GNB, al terminal el encuentro violento, comenzaron a saquear el lugar y detener a todo el que estuviera en la vía», dijo.
Pese a estar dentro del local haciendo uso del sanitario, los uniformados ingresaron para allanar el establecimiento y posteriormente llevarse detenidas a unas cinco personas, entre ellas su esposo. «A él lo agarraron con lo que tenía puesto, es mentira que es paramilitar, él se queda allá trabajando» asegura.& ;
La necesidad de reunir dinero para costear los gastos de la intervención quirúrgica de su hijo menor que padece labio leporino, lo mantenía «esclavizado en el trabajo».
La mujer considera injusto que «le hayan sembrado esas cosas que dicen fueron incautadas».