Euseglimar González | La Prensa.- “Allá está”, fue lo que supuestamente dijeron cuatro menores cuando vieron a Antony Anderson Giménez Rojas (26), el miércoles a las 8:30 de la noche en el sector Las Tunas, al norte de Barquisimeto. El joven recibió un disparo fulminante tras una discusión.
Antony estaba en la casa de un vecino en la calle Las Brisas Divina Pastora, pero decidieron salir de la vivienda para fumarse un cigarro. Cuando ambos estaban echando cuento, llegaron cuatro tipos. Cuenta uno de los hermanos de la víctima que cuando los chamos se iban acercando hasta donde estaba Antony y su vecino ellos salieron corriendo. El vecino se fue por otra calle y Antony se metió a la casa de su vecino.
“Los chamos le dijeron que saliera de la casa o si no iban a entrar por él”, soltó el hermano de la víctima.
Antony salió de la casa y al parecer comenzó a discutir con los tipos, uno de ellos sacó un arma y le dio un cachazo en la cabeza y segundos después le disparó en el abdomen. El muchacho cayó malherido. Los tipos se fueron corriendo.
Tras el hecho los vecinos corrieron para avisarles a los familiares de lo que le había ocurrido a Antony. La familia tardó más de media hora para poder trasladar al joven hasta la Emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda. Relatan que llamaron a la ambulancia, pero nunca llegó, entonces decidieron trasladarlo en un carro particular, pero en el camino el muchacho murió.
“Se me estaba muriendo y no pude hacer nada”, le decía llorando la madre de Antony a otra mujer. Cuando el joven llegó a la Emergencia fue ingresado sin signos vitales.
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc llegaron a la escena del crimen el miércoles en la noche para comenzar a indagar sobre el hecho y dar con los responsables. Se conoció que los chamitos vivían por la zona, pero se mudaron.