Ana León | LA PRENSA.- Tirado bocarriba con una sábana blanca encima estaba el cuerpo de Arturo Andrés Medina Salas (26), en una quebrada ubicada en el sector Joel Sequera del barrio El Trompillo, más específicamente en la calle 6 con carrera 1. Dos heridas de bala en el ojo derecho y la muñeca derecha fue lo que causó la muerte de Arturo.
Según comentaron algunos habitantes del sector, a eso de las 3 de la mañana se escucharon tres detonaciones de escopeta. Sin embargo, ninguna persona salió a esa hora a averiguar lo acontecido.
Horas más tarde, debido a la gran incertidumbre, la gente entre murmullos empezaron a preguntarse qué había ocurrido durante la noche. A eso de las 11 de la mañana, la tranquilidad volvió a romperse con el sonido de más disparos.
Luego de que pasaran los tiros, la gente del sector salió y se dio cuenta que en la quebrada, justo detrás de una casa de bloques, yacía el cuerpo de Arturo.
Arturo reside ahí mismo en el sector. Al enterarse su familia del hecho fueron hasta el sitio. En la escena del crimen se conoció que Arturo vendía verduras, granos
y frutas casa por casa. Luego arribaron al sitio del suceso funcionarios de la Policía del estado Lara, luego la Policía Nacional Bolivariana, (PNB), y por último el Cicpc quienes presumen que la muerte sea por venganza.
A eso de las 4 de la tarde el cuerpo entró a la morgue del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda. Dos de sus familiares entraron a la sala patológica a reconocer el cuerpo y salieron con mucha impotencia y tristeza del lugar.