Gabriel Grisanti | LA PRENSA.- Faris Alberto Galíndez, de 52 años, había salido el viernes 19 de agosto antes del mediodía a cazar iguanas y buscar panales de abejas para extraer miel y emplearlas para el consumo familiar.
Según su hijo de 19 años, también de nombre Faris Alberto, el hombre había salido con tres familiares más: un tío, un nieto de éste y un primo de la casa de su abuela Emilia Amaro, situada en el caserío Mabuy Abajo, de la parroquia Juan de Villegas, municipio Iribarren.
Caminaron por los alrededores buscando lo que tenían planeado. Cuando llegaron al caserío Potrerito, perteneciente a la parroquia Tintorero del municipio Jiménez, contaba el muchacho que escucharon las detonaciones y vieron desplomarse a Faris Alberto Galíndez (52).
En ese momento, Faris, hijo, le pide al tío que buscara su vehículo para sacarlo de allí y trasladarlo a un centro de salud. Sin embargo, el joven aseguraba que no volvió al lugar para auxiliarlo.
El hecho ocurrió el viernes 19 de agosto después de las 11:30 pm. El fallecido compartía su tiempo para quedarse en la casa de su madre Emilia Amaro (en el caserío Mabuy Abajo) y su residencia, localizada en la calle 11 entre carreras 2 y 3 de San Francisco. Estaba dedicado a la carpintería.
Era el mayor de seis hermanos por parte de madre. Iba a cumplir 53 años el 20 de enero de 2017. El sitio donde quedó tendido (caserío Potrerito) queda a 40 minutos de distancia de la carretera vieja a Carora, municipio Torres cerca de Padre Diego.
Funcionarios de la División de Investigaciones contra Homicidios del Cicpc se trasladaron a esta zona rural para levantar el cadáver. Hasta ahora no hay certeza del móvil de este hecho.
Se supo el viernes en la morgue del Hospital Central Universitario “Doctor Antonio María Pineda”, que el occiso recibió cinco disparos distribuidos en el lado izquierdo de su cuerpo, desde el pie hasta la región axilar izquierda. Familiares quedaron desconsolados al verlo ayer sobre la tierra.