Ana León/Agencias | LA PRENSA.- Luis Alfredo González Hernández luego del interrogatorio que le hicieron los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) adscritos a la Subdelegación de Barlovento, estado Miranda, admitió haberse comido a un hombre y luego haber utilizado sus cenizas y sangre para realizar pinturas.
El “Caníbal Pintor” (apodado así por los medios nacionales) fue capturado debido a que los petejotas estaban realizando una serie de investigaciones sobre unas personas desaparecidas en San José de Barlovento.
Durante la investigación llegaron a una finca donde residía el “Caníbal Pintor” y ahí encontraron los restos de una persona que los petejotas presumen, se trata del dueño del lugar.
Luego de haber sido aprehendido, Luis Alfredo (el Caníbal Pintor) admitió que no era fortuita su estadía en la finca. Aparentemente, el propietario del lugar lo había contratado para realizar un servicio funerario que consistía en darle muerte, comer parte de sus restos y con su sangre y cenizas hacer pinturas en lienzo.
Las pinturas no tenían imágenes “oscuras”, sino que tenían plasmadas flores, frutas, el rostro de un mujer, paisajes y una pintura que asemejaba un vitral donde se ve a lo que parece una mujer llevando una capa color azul. Los petejotas van a hacerles un estudio antropológico forense.
En el sitio también habían distintos platos con contenidos que están siendo investigados, pues pueden llegar a contener restos humanos.
De igual manera, se encontraron documentos y objetos que no eran del “Caníbal Pintor” y los petejotas intentan determinar si están relacionadas con algunas de las personas que han sido reportadas como desaparecidas.