José D. Sequera | LA PRENSA de Lara.- Con una pepa de mamón, un bebé de apenas 2 meses murió ahogado el sábado en la noche mientras estaba junto a su hermano mayor de 2 años y su madre.
De acuerdo a fuentes policiales, el padre del bebé había llegado hasta el apartamento en el urbanismo Alí Primera, donde vivían con el resto de su familia.
El hijo mayor de la pareja, supuestamente, le preguntó al papá qué había llevado para cenar y este le dio unos mamones que había comprado en la calle.
Supuestamente, el niño manifestó quiso darle probar un bocado al bebé, pero su mamá le advirtió que tuviese cuidado con meterle todo el fruto en la boca para evitar que se ahogara.
Ella los dejó solos en la sala por poco más de 2 minutos y cuando regresó a supervisarlos, se dio cuenta que su hijo menor había dejado que el bebé se tragara el fruto y no le sentía la respiración.
Asustada, ella volteó al bebé y le dio palmaditas en la espalda para tratar de desahogarlo, pero no ocurría nada. A los pocos minutos llevaron el bebé hasta un centro asistencial, donde se certificó su fallecimiento.
Familiares del bebé estaban ayer en la morgue llorando por lo ocurrido.