Euseglimar González | LA PRENSA de Lara – La vida de 90 niños y adolescentes se apagó por la violencia desatada en Lara, durante los últimos tres años. En plena inocencia murieron los pequeñines víctimas de sus padres o familiares, balas perdidas o en el caso de los jovencitos que no pasaban de 17 años, que en su mayoría cayeron en manos de los cuerpos de seguridad.
Según registros que a diario lleva LA PRENSA, desde el año 2017 hasta la fecha, en Lara han muerto 90 niños y adolescentes en hechos violentos. En 2017, 55 niños y adolescentes, entre edades de 1 a 17 años, murieron en hechos violentos.
Uno de los casos más resaltantes fue el caso de un niño de 3 años, que murió por asfixia mecánica junto a sus abuelos en el caserío La Cuchilla del municipio Morán durante un robo a su vivienda. El 18 de febrero de 2017 fue cometido ese triple homicidio en el que murieron Mario Antonio Rojas (50), su esposa Ana María Rodríguez Suárez (45) y su nieto.
Ese día un vecino de la zona llegó a las 3:00 de la tarde a la vivienda y encontró la puerta abierta, situación que le extrañó. Al entrar a la casa observó que estaba destrozada y al llegar a la cocina consiguió al hombre en el piso con heridas por machetazos, pero por si fuera poco cuando dio unos pasos y se dirigió hacia el cuarto vio una desgarradora escena; colgados de un mecate estaban la señora Rodríguez Suárez y su nieto de tres años.
Pero este caso no es el único dantesco que ha ocurrido en la región larenses, por lo menos hasta principio de año 2019 se cometieron infanticidios, según los registros de LA PRENSA.
Hace dos años una pequeña de 3 años, fue asesinada por su primo en el caserío La Vega de Humocaro Alto, municipio Morán, cuyo motivo sería la codicia por unas tierras que habían recibido en herencia. Ese 28 de mayo en la mañana y en medio del cuarto, de una casa de bahareque, fue hallado el cuerpo de la pequeña, sobre un charco de sangre y cerca de ella sus zapatos de color azul que usaba a diario. En todo el cuerpecito tenía heridas causada por machetazos.
Al parecer un supuesto primo de la mamá de la niña, apodado el «Cuchi» ingresó a la fuerzas a la casa para reclamar las tierras que pertenecían a la mujer y que él quería quedárselas. Al abrir la puerta atacó a madre e hija.
Las balas perdidas también apagaron la vida de los más pequeños, entre esos se encuentra el caso de una niña de 2 años que murió tras ser herida por una bala perdida en Los Cerrajones.
Esa noche ella estaba durmiendo en el asiento de atrás del carro de su papá, mientras que él, fuera del carro conversaba con otras personas. Justo en ese momento unos tipos comenzaron a disparar a lo «loco» y el padre de la niña, se montó en el carro para huir de las balas, pero un proyectil perforó la maletera y la hirió en el pómulo.
Ya no están
El informe (2019) del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) indicó que en total fueron 494 las víctimas de la violencia que no alcanzaron los 18 años. En cada uno de los 365 días de 2019, al menos un niño, niña o adolescente fue asesinado.
El estudio recogió cada caso de homicidio y resistencia a la autoridad que se produjo en el país; específicamente el registro de las víctimas entre 0 años y 29 años de edad.
Detalla el estudio que en el país 69 niños, niñas y adolescentes, murieron en manos de los cuerpos de seguridad, pero que fueron registrados como «resistencia a la autoridad». Dos niños, menores de 11 años, se encuentran entre las víctimas que supuestamente se enfrentaron a la policía.
Adolescentes mueren a tiros
De los 90 niños y jóvenes que han muerto de forma violenta en los últimos tres años en Lara, muchos han caído en manos de los cuerpos de seguridad y tras presuntos enfrentamientos.
Uno de los casos ocurrió en septiembre de 2018, un adolescente de 14 años, conocido como «Naiker», murió en un presunto enfrentamiento contra funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES). El jovencito estaba en la avenida Circunvalación Norte, cuando ocurrió el tiroteo, donde murió con cinco personas más.
En lo que va de año 2020 cuatro adolescentes han muerto en manos de los cuerpos de seguridad. El ultimo caso ocurrió en el barrio 1 de Mayo de Quíbor, municipio Jiménez, en donde un jovencito de 17 años murió en manos de los funcionarios del Cicpc, adscritos a la Subdelegación de Quíbor. Familiares aseguraron que él no se enfrentó a la comisión.
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