Agencia/Rojas | LA PRENSA.- Gruseny Antonio Canelón, de 32 años de edad, falleció el pasado jueves en la madrugada tras recibir un disparo a quemarropa durante una manifestación en Cabudare, estado Lara.
Canelón fue herido el martes, aproximadamente las 10:00 pm mientras participaba en las protestas realizadas en El Recreo y La Mora de Barquisimeto.
Mediante las redes sociales, difundieron un video en el cual un familiar cuenta cómo fueron los últimos minutos de vida del manifestante.
“Me llevan preso al Hospital Militar, voy disparado, voy herido. Ayúdame por favor”, fueron las últimas palabras que dijo Gruseny Antonio Canelón.
Un primo de Canelón contó que el joven se encontraba en el lugar sentado con una amiga y se levantó para estirar las piernas. Cuando llegó la Guardia Nacional, todo el mundo corrió a resguardarse y ellos notaron que “no estaba el catire, el alto”.
Fue en horas de la madrugada que se dieron cuenta que Tony se encontraba en estado crítico en el hospital.
“Tony fue llevado y apresado por la Guardia Nacional, confirmado con pruebas. Después de eso le dispararon con una FAL a quemarropa, le destruyeron prácticamente sus órganos. Posterior a eso fue golpeado y le quebraron la frente, el tabique, los dientes, fue amarrado y torturado. Después de dos horas de eso se desangró y fue llevado al hospital”, narró el pariente.
El familiar de Gruseny aseguró que “no fue un colectivo ni la delincuencia quien le arrebató la vida a mi primo”, sino funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana que dispararon con toda la intención.
“Tony” fue enterrado el pasado día viernes en el cementerio Metropolitano de Cabudare. Allí fue despedido con honores por parte de amigos, familiares y personas que, sin conocerlo, aprendieron a admirar la valentía del joven.