Euseglimar González | LA PRENSA.- “Se me cayó el negocio”, dice José Antonio Marcano Chirinos (36) mientras mira hacia donde está la tumba en la que se veían huesos humanos y varios cráneos seleccionados al otro lado del sepulcro. El hombre fue detenido in fraganti por funcionarios de la Policía Municipal de Iribarren (PMI) cuando robaba huesos humanos en el Cementerio Bella Vista.
El hombre de las “Mil Caras”, como se hace llamar José Antonio, mira a los lados y espera que el policía se aleje para comenzar a hablar. José Antonio, supuestamente, vende los restos humanos que son enviados al Zulia, pero inmediatamente cambia la versión y asegura que la plata se la dan en dólares.
Durante la mañana de ayer, los funcionarios patrullaban dentro del Cementerio Bella Vista, al lado del Terminal de Pasajeros, cuando fueron notificados que un hombre estaba profanando las tumbas. De inmediato ingresaron al camposanto, considerado una reliquia arquitectónica, y lograron ver al hombre de las “Mil Caras” dentro de una fosa. Cuando los polimunicipales le dan la voz de alto, trató de huir, pero no lo logró. Los policías le pusieron los ganchos de una vez.
Cuentan los oficiales, que José Antonio dio varias versiones sobre el hecho, primero dijo que la tumba era de su madre y luego confesó que roba los huesos para venderlos. Entre la conversación, asegura que ya llevaba entre los sacos tres cuerpos. “Eso los mando al Zulia y de allá los mandan fuera del país con droga”, decía el detenido.
Los polimunicipales tuvieron que esperar a que llegaran los funcionarios del Eje de Homicidios para que colectaran las evidencias. Al detenido se lo llevaron hasta el Comando General de la PMI.
Hallazgo despanto
A las 6:00 am, pasajeros y choferes del terminal se llevaron tremenda sorpresa, pues hallaron en los andenes de la línea San Felipe-Chivacoa una caja de cartón en cuyo interior estaba un cráneo humano.
Los curiosos aseguraban que se trataba de brujería y que lo más probable es que haya sido extraído de una tumba del cementerio. “Un santero o babalao tuvo que haber dejado eso aquí. Capaz iba para Chivacoa”, soltó un chofer del terminal.
El Cicpc hizo el levantamiento del cráneo.