José D Sequera | LA PRENSA.- Familiares y amigos de Fredis José Guevara Lucena (53) “Macho”, asesinado a golpes el viernes en la mañana en El Cercado, aún tratan de explicarse el porqué sus verdugos se ensañaron tanto con él si era un “pan de Dios” que no “se metía con nadie”.
“Usted le pregunta a cualquiera quién es Macho en El Cercado y van a saber quién es. Todo el mundo lo conocía y sabían que él era especial”, comentó una de sus siete hermanas desde la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda.
Ella dijo que la discapacidad de Fredis -retraso psicomotor-, no impedía que fuese elegido por muchos vecinos de El Cercado para hacer mandados. “La gente dice que a él le gustaba mucho el sol porque se la pasaba caminando”, precisó.
Miriam Dudamel es hija y hermana de Francisca González (84) y Marbella Dudamel (46), quienes se encontraban con “Macho” al momento que los tres choros armados ingresaron a la casa de la octogenaria a robar. Ella cuenta que era más lo que Fredis se la pasaba allí que en su propia casa.
“A veces duraba todo el día aquí con uno y lo acompañaba todo el día para hacer diligencias y en la noche se devolvía a su casa de Chirgüa 3 a sólo dormir”, expresó la señora desde el mismo cuarto en el que quedó el cadáver de la víctima.
Señaló entre lágrimas de amargura que “Macho” era como un “hermano”. “Ya no sé quién me acompañará para hacer el mercado”, observó triste.
Cree que los delincuentes terminaron matando a Fredis porque “él gritaba mucho y como veían que él era tan alto y corpulento, temían a que él les hiciera algo, pero él no heriría ni a una mosca”, replica con determinación a la vez que pide justicia.