Euseglimar González | LA PRENSA.- ¡Ayuda, se está incendiando mi casa, manden a los bomberos! pidió María Eugenia de Silva ayer a la 2:00 de la madrugada, cuando su vivienda se estaba quemando en la urbanización Villa Morena en Cabudare.
María Eugenia fue atendida por el cuerpo de Bomberos de Palavecino, pero la respuesta que obtuvo fue que no tenían unidades para trasladarse hasta la zona. Los vecinos llamaron al 171 y 911 para pedir ayuda y que enviaran a los bomberos para apagar el fuego, pero nunca llegaron.
Apunta de tobitos con agua, más de 30 vecinos salieron de sus casas para ayudar a la familia Silva con el incendio que al parecer fue ocasionado por un cortocircuito.
Cuenta María que a las 2:00 de la madrugada se despertó por los ruidos que había en la parte de abajo de la vivienda, “como explosiones”, se paró de la cama y abrió la puerta del cuarto, una nube de humo imposibilitó su salida. Asustada comenzó a llamar a su esposo que aún dormía. De inmediato se fue al cuarto de sus hijos de 16 y 17 años de edad y les gritó que salieran.
“Cuando salimos de los cuartos para bajar por las escaleras estaban con candela y el vapor no nos dejaba bajar. Fue un momento tenso y de miedo”, soltó Silva.
Agachados bajaron por las escaleras de madera para evitar que la candela los agarrara.
Cuando bajaron el salón de fiesta que está en la parte trasera de la vivienda estaba ardiendo en candela. El esposo de María salió corriendo para el estacionamiento y sacó los carros, así como también la bombona de gas doméstico, mientras que María salió a la calle y comenzó a gritar “¡auxilio, auxilio!” y los vecinos salieron a ver lo que estaba sucediendo.
Tras una intensa ayuda de los vecinos con tobos de agua y dos extintores lograron apagar el fuego a las 4:30 de la madrugada.