Anaís Mendoza | LA PRENSA.- El cuerpo de Isaac José Sánchez Mendoza (24), estaba a un lado de la avenida Florencio Jiménez sentido este-oeste. Del otro lado de la vía, pero sentido oeste- este estaba el cuerpo de Yorman Jesús Moreno Fernández (23), desde un carro rojo, supuestamente les dispararon el sábado a las dos de la madrugada.
Los jóvenes estaban en un achante en casa de una familiar de Isaac en Tierra Prometida II, cuando se les acabó la bebida, decidieron salir a la 1:30 de la madrugada, supuestamente a comprar una botella de cocuy. Cuenta una prima de Isaac que cuando los chamos tenían media hora de haberse marchado escucharon una ráfaga de tiros y ellos se asustaron.
Al parecer los chamos iban de regreso a Tierra Prometida, pero no pudieron comprar la botella. Caminaban sentido Quíbor- Barquisimeto en ese momento llegó un carro y se estacionó. Del vehículo salieron varios hombres y comenzaron a disparar, supuestamente.
Yorman e Isaac corrieron mientras que le disparaban. El primero que cayó fue Yorman quedó bocarriba, muy cerca de una quebrada el chamo tenía varios impactos de bala por el abdomen. Isaac al ver que, su pana cayó al suelo salió corriendo, atravesó la avenida tan rápido como pudo, pero los asesinos corrieron detrás de él.
“Yunta, vente, aquí está el otro”, dijo el matón. Luego de eso “pum, pum” acorralaron a Isaac y le dispararon, por eso los cuerpos quedaron a un lado de la vía. “Era como una guerra, más de 20 tiros se escuchamos”, dijo una prima de Isaac.
La mamá de Yorman quien estaba en casa de su hermana, sintió un mal presentimiento. Sin importar la hora se fue hacia la avenida, para ver qué pasaba; cuando llegó vio dos cuerpos, y al asomarse se percató que uno de ellos era su muchacho: estaba sin vida.
La prima de Isaac comenzó a gritar al verlo muerto. La noticia se regó por la comunidad rápidamente y a pesar de que estaba oscuro, los familiares se quedaron cuidando los cuerpos.
“Cuando lo toqué estaba calientico, le puse la mano en la nariz, pero Isaac ya no respiraba”, comentó la prima del joven.
Bocarriba quedó el cuerpo de Isaac. El chamo vestía un suéter olor azul marino, una camisa azul clara y unos pantalones color verde.
La esposa de Isaac expresó que él vivía en Maracay, pero desde que se enamoraron, hace casi cuatro años, se mudó con ella a Tierra Prometida. “Le dije que no inventara para la calle, pero se me escapó”, soltó la muchacha de piel morena.
Por otra parte, la mamá de Yorman detalló que con mucho esfuerzo crio a su hijo. Aclaró, que Yorman, vivía con ella en el barrio El Caribito, pero desde hace meses se mudó a Tierra prometida con una hermana de ella.
La última vez que lo vio fue el viernes a las 10 de la noche, le dijo que se cuidara, pues tuvo un sueño muy feo. “Le dije que se cuidara porque lo había visto como está ahorita”, comentó la mujer destrozada.
Los familiares de los jóvenes decían con rabia que los matones eran policías estadales, y es que cuando amaneció un familiar de Yorman, se percató que cerca del cuerpo estaba una credencial policial.
El señor verificó que se trataba de un policía estadal. La identificación correspondía al del supervisor agregado José Cañizales. Entonces comenzaron a rumorar que los asesinos eran policías, pero no se explican por qué los mataron de ese manera.
“Ese policía se engrasó será que cuando los perseguía disparándoles largó el carnet, todo esto es muy confuso”, concluyó el señor.